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"Sin daño cerebral". Este es el fruto de la oración dirigida en 1989 a la venerable Armida Barelli.
Este hecho asombroso sucedido en la Toscana fue reconocido como un milagro por la Iglesia en marzo de 2021.
El papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a emitir el decreto reconociendo esta curación como científicamente inexplicable.
El reconocimiento de este milagro abrió el camino a la beatificación de la italiana. Pero, ¿qué pasó exactamente?
Estamos en el 5 de mayo de 1989 en Prato (Toscana), una ciudad al norte de Florencia conocida principalmente por su industria textil.
Ese día, Alice Maggini, de 65 años, iba en bicicleta cuando fue atropellada violentamente por un camión.
El choque le provocó una conmoción cerebral grave y la mujer herida fue trasladada de inmediato al hospital en estado muy grave.
Para los médicos era obvio: después de un accidente de este tipo, inevitablemente tendría un daño neurológico grave. Pero eso sin contar con que la familia del ciclista pidiera la intercesión de Armida Barelli.
De una manera científicamente inexplicable, Alice Maggini se recuperó por completo.
El diagnóstico final causó asombro general: no sufrió secuelas del accidente e incluso vivió en completa autonomía hasta su muerte en 2012.
Con su intensa vida espiritual y su fuerte compromiso, Armida Barelli se adelantó a su tiempo y ayudó a promover el papel de la mujer en la vida de la Iglesia y de la sociedad.
Ida fundó los primeros círculos de la Juventud Femenina de Acción Católica y dio vida en Asís al Instituto Secular de las Misioneras del Reinado de Cristo.
Entre otras cosas, en 1921 cofundó, junto al franciscano Agostino Gemelli, la Universidad Católica del Sagrado Corazón.