Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Hace unos días Britney Spears publicó en su perfil de Instagram un vídeo en el que enseñaba un bonito vestido azul con el que, ¡sorpresa!, acababa de volver de misa porque ahora es católica. De esta original manera hacía saber al mundo su conversión.
Hace un año, la misma Spears, respondiendo a preguntas de sus fans en Instagram, revelaba que estaba en una especie de búsqueda espiritual y que había “probado” con distintos credos: “Crecí como cristiana baptista, pero también he estudiado la Kabbalah. Así que he ido pasando de una a otra. Lo que sí creo es que hay un Dios”.
La cantante no ha esquivado en ningún momento las preguntas sobre sus creencias. En una entrevista de 2016 confesó que mantenía una relación personal con Dios. En redes sociales había asegurado además que le gustaba rezar el Ave María.
Lo cierto es que en la vida de la artista siempre ha estado muy presente Dios. Nació y creció en el llamado “Bible belt” de Estados Unidos, una zona donde el cristianismo evangélico está muy extendido y arraigado.
Sus primeros pasos artísticos los dio en el coro de la iglesia. Y además en casa se vivía con intensidad la fe pese a los problemas familiares. Tras llegar la llegada a la fama de Britney, la familia se desintegró y sus padres se divorciaron en 2002. Sobre Jamie Spears, su padre, siempre planeó la sospecha de que veía en su hija a la gallina de los huevos de oro de la que lucrarse.
La historia de la debacle de Britney Spears en los años posteriores es de todos bien conocida. Su juventud, el acoso mediático, una depresión post parto no diagnosticada ni tratada y un posterior y áspero divorcio hicieron el resto. Su maltrecha salud mental impidió que pudiera gozar de la tutela de sus dos hijos y aquello fue el remate.
Por eso, en 2008 aceptó que su padre, Jamie Spears, asumiera su tutela al ser declarada mentalmente incapaz. Su objetivo con este movimiento era poder recuperar el derecho de ver a sus dos hijos. Y aquella supervisión funcionó porque ella mejoró y pudo tener a sus hijos consigo.
De hecho, en los últimos meses Britney Spears ha sido noticia por esta tutela que sigue ejerciendo su padre sobre ella. La cantante quiere que se revoque porque asegura que su padre, y los abogados de este, controlan su vida, su salud, su carrera artística y su fortuna.
Hace unas semanas la artista compareció en un tribunal de Los Ángeles para implorar el final de esta medida legal. Britney Spears, que en redes sociales muestra su vida cotidiana en su hogar a través de breves vídeos y publicaciones, confesó ante la juez que todo aquello no era más que un fingimiento.
Aseguró que llora cada día, que se siente ofendida cada vez que alguien pretende examinarla para evaluar su inteligencia o sus capacidades mentales y que, por ello, la tutela legal que ejerce su padre excede los límites. Para ilustrarlo, hizo una terrible confesión: Su padre le impide contraer matrimonio con su novio y tener más hijos.
Spears mantiene desde 2016 una relación estable con Sam Asghari, quien fuera su entrenador personal. Según explicó a la jueza, desea casarse con su novio y tener más hijos. Pero, en virtud a la tutela legal a la que está sometida desde 2008, no puede hacerlo sin el consentimiento de su padre. La cantante no tiene ninguna capacidad de decisión sobre su propia salud, su cuerpo o los tratamientos a los que someterse, incluidos los psiquiátricos.
Por ello, en un momento de su comparecencia ante la jueza Brenda Penny, llegó a confesar que, aunque quiere tener hijos no puede porque está obligada a llevar un DIU, un dispositivo intrauterino.
"Me siento agobiada, abusada, abandonada y sola. Y estoy harta de sentirme sola. Creo que merezco los mismos derechos que cualquiera: tener un hijo y una familia", confesó Spears ante la jueza.
Pero, ¿por qué borró la publicación en la que revelaba que ahora es católica?, ¿puede haber estado asesorada por el que ahora es su abogado? Porque Spears, después de 13 años, ha podido escoger a un abogado para que represente sus intereses.
Hay varias hipótesis al respecto. Una es que quizá su conversión esté dando pistas sobre las alianzas familiares que ha tejido para que apoyen su causa. Si bien su madre y su hermana menor en su momento estuvieron a favor de esta tutela parental, ahora apoyarían a la cantante en su batalla en los tribunales para librarse de ella. Porque la madre y la hermana de Britney, la también artista Jamie Lynn Spears, se convirtieron al catolicismo hace algunos años.
De hecho, son frecuentes las publicaciones de ambas en redes sociales con obispos católicos o recién salidas de misa de ceniza. Quizá Britney, al publicar que es católica, haya revelado parte de su estrategia contra su padre, es decir, contar con los testimonios a favor de su madre y su hermana quienes, además, habrían influido en su conversión. Por ello, habría borrado inmediatamente la publicación.
Otra hipótesis es que haya retirado la publicación porque mostraría el comportamiento errático que esgrime su padre como excusa para perpetuar la tutela legal. Porque varias publicaciones anteriores muestran a la cantante desnuda cubriéndose los pechos con las manos.
Sobre este tipo de publicaciones de Britney se pronunció otra estrella de la música que se ha confesado cristiano en muchas ocasiones, se trata de uno de los miembros de la boyband Balckstreet Boys, Brian Littrell.
El cantante, que conoce a Spears desde hace años, sugirió a su amiga que tuviera cuidado con este tipo de contenidos en RRSS “porque ahora todo el mundo está examinando con lupa su comportamiento”, por lo que necesita, ahora más que nunca, “ser inteligente y cuidadosa”.
Una de las razones por las que Britney Spears pudo haber preferido eliminar su publicación sobre su conversión y aquellas en las que muestra parte de sus pechos es que estas últimas han tenido mucho más eco internacional y han llamado, una vez más, la atención sobre la cantante y su litigio contra su padre.