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Existen personas a las que les dicen que no valen nada. Y crecen con este sentimiento de tristeza y nulidad. “Valgo poco”, se dicen. He conocido algunos casos y no dejo de extrañarme por tanta mentira.
La verdad es que somos valiosos. Nadie sobra en este mundo, o está por azar o casualidad, somos producto del amor de Dios.
Y es tanto este amor que Él sustenta nuestras vidas, dándonos un propósito, pues “en Dios vivimos, os movemos y existimos” (Hechos 17).
Te lo diré con palabras sencillas: “Dios te ama. Así como eres… Dios te ama”.
Debes empezar a leer la Biblia. En ella encontrarás respuestas a la mayoría de tus inquietudes.
Si en medio de las dificultades o problemas piensas que eres poca cosa o alguien te sugiere que no vales nada, pues manos a la obra, abre la Biblia. Averigüemos quién eres.
Puedes empezar en 1 Juan 3, 1:
"Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!”
Ahora lo sabes: eres un hijo, una hija, muy amados de Dios. Y como tal, tienes muchos privilegios. Dios te ha hecho más de 3.000 promesas. Y todas se cumplen.
Pero para conocerlas debes leer la Biblia, abre tu Biblia y lee.
Creo que te he contado sobre este amigo mío que un día leyó sobre esta mujer arrepentida que buscó a Jesús:
Mi amigo preparó paquetes de libros y chocolates, los envolvió y una noche salió a las calles buscando prostitutas para hablarles del amor de Dios por ellas.
A cada una la miró con misericordia. Les obsequió un paquete y las dejaba con un: “Dios te ama”.
La última que encontró rompió a llorar. “Dios no puede amarme. ¿Acaso no ve lo que hago con mi vida?”.
Él le respondió: “Dios te ama y mucho”. La habló del amor infinito de Dios por sus hijos y ella no paraba de agradecer y replicar: “Dios te bendiga hermano por esas palabras que reconfortan mi alma”.
Debes saberlo. Somos especiales para Dios, tú, yo, todos.
Ignoro lo que te hayan dicho, o lo que estás viviendo para que te sientas poco valioso.
Debes saber que no es verdad lo que te dijeron, eres una persona extraordinaria, la alegría de Dios.
Y si no crees mis palabras ve a cualquier oratorio cerca de tu casa donde tengan a Jesús Sacramentado en el sagrario, acompáñalo una hora diaria y empezarás a experimentar su amor infinito que cambia vidas y escucharás su voz cuando te dice:
¿Quieres escribirme? Cuéntanos tus experiencias con Dios. Te paso mi email personal cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!