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En el distrito de Yaurisque de la provincia de Paruro, el arzobispo del Cusco, monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, bendijo el "Centro de Oración del Señor de Qoyllurit’i".
Así da cuenta una información difundida en los primeros días de agosto por el propio Arzobispado de Cusco . Hace referencia a un centro de oración (imagen en portada) dedicado a una tradición fuertemente arraigada a los Andes peruanos.
“Hoy tenemos que darle gracias a Dios por la fe que tenemos en el corazón, esta fe que ha hecho posible que hoy día se pueda poner en uso público este 'Centro de Oración al Señor de Qoyllurit'i'en esta ruta de camino hacia Paruro, dónde van a transitar cientos de hermanos nuestros, que van a tener la oportunidad de pararse un ratito para saludar a Jesús, para hacerle presente sus alegrías, sus penas, para pedirle por sus necesidades, el Señor ya tiene una casa y esa casa es para todos ustedes” dijo el arzobispo n su homilía.
Junto a bendición de este centro de oración también se hizo la recepción y entronización de la imagen de la Virgen de Belén.
“Vamos a encontrar el tesoro más grande de nuestro pueblo cusqueño que son las diversas devociones de nuestra fe. En primer lugar, a nuestra Santísima Virgen de Nuestra Señora Reina de Belén, Patrona Jurada del Cusco, como también tendremos a nuestra Virgen Dolorosa, a nuestro Señor de Tayancani y presidiendo en el centro de oración la venerada imagen de nuestro Señor de Qoyllurit'i”, agregó.
Fue inscrita en 2011 por la Unesco como integrante de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La peregrinación al santuario del Señor de Qoyllurit’i (Señor de la Estrella de Nieve) se ha transformado en una fuerte tradición andina con el paso de los años.
Se trata de una festividad que también es sinónimo de la mezcla de creencias indígenas con cristinas (sincretismo). Suele movilizar habitualmente (en tiempos sin pandemia) a miles de personas al año provenientes también de otros sitios de la región como Chile y Argentina.
Así describe la propia Unesco:
“Esta peregrinación comienza cincuenta ocho días después de la celebración del Domingo de la Pascua de Resurrección, cuando unas 90.000 personas de los alrededores de Cusco se ponen en marcha hacia el santuario, situado en la hondonada del Sinakara”.
A través de una muchedumbre de peregrinos, integrada principalmente por representantes de varios pueblos originarios, la procesión se pone en marcha para subir a las cumbres nevadas.
“La danza desempeña un papel fundamental en la peregrinación y se llegan a ejecutar unos cien bailes diferentes, representativos de las diferentes naciones. El Consejo de Naciones Peregrinas y la Hermandad del Señor de Qoyllurit’i organizan las actividades de la peregrinación, establecen sus reglas y códigos de conducta, y proporcionan la comida necesaria”, agrega la Unesco.
En tanto, en cuanto al origen, se señala que hay que encontrarlos en el Siglo XVII. Las festividades empiezan -40 días después de la Pascua- desde una capilla para luego llegar al santuario ubicado en las alturas. En el medio de esto hay espacio para otras procesiones. Por ejemplo, las que llevan una imagen de Nuestra Señora de Fátima hasta una gruta cuesta arriba (ver nota Agencia Andina).