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Octubre suele ser un mes de alegría en el famoso santuario mariano brasileño de Aparecida, uno de los íconos en cuanto peregrinaciones y religiosidad en América Latina. Sin embargo, lo que debería ser un mes de fiesta y celebración, para una familia de Brasil el mes de octubre se transformó en una pesadilla.
“Mi madre desapareció el 21/10/2012 en el Santuario de Aparecida / San Pablo, en una excursión con más de 30 turistas, incluido mi padre, Delmar. El día que desapareció, mi padre entró en una tienda de velas mientras mi madre esperaba en la puerta. Pero cuando mi padre salió de la tienda, mi madre ya no estaba”.
Estas palabras pertenecen a uno de los hijos de Delmar Winck y Beatriz Winck. Su madre desapareció hace casi 10 años (en aquel entonces tenía 86 años) mientras recorría una zona del Santuario de Aparecida. Sus palabras, reproducidas en una página web creada para pedir colaboración y localizarla, habla de una historia de dolor, interrogantes, pero también perseverancia y hasta esperanza.
“Estuve dos meses en São Paulo buscándola, pero ninguna pista proporcionó nuestro reencuentro. Mi madre ya caminaba con cierta pérdida de memoria, por lo que creemos que pudo haber subido a un autobús a otra región del país”, prosigue el relato de este hijo en la página llamada “Onde está Beatriz?” ("¿Dónde está Beatriz?").
“Podría estar en un hogar de ancianos, en un hospital o incluso en una casa con un nombre falso. La única certeza que tengo es que todavía está viva y sigo buscándola. Han pasado ocho años , pero mi padre y yo todavía esperamos volver a verla”, escribía en 2020.
Desde el momento en que se constató la desaparición de Beatriz, a quien se la describió como una mujer con cabello corto, canoso y rizado, ojos azules, piel blanca y una altura de 1.65 cm, varios artículos en la prensa local han contado su caso.
Recientemente, BBC Mundo Brasil fue el medio que volvió a sacar un informe sobre la desaparición de Beatriz y dialogó con el hijo que persiste en la búsqueda.
"Es difícil de decir, pero todo esto ha sido una experiencia de aprendizaje. Maduras demasiado rápido. Desde que comencé a buscar a mi madre, me he enfrentado a una realidad que nunca imaginé", expresó su hijo de nombre João.
Para este hijo su madre está viva, pero entre otros familiares la percepción no es la misma y se sostiene que la anciana está muerta. A pesar de esto, el deseo de saber la verdad, qué pasó con la mujer, persiste.
Según BBC Mundo, la Policía Civil de San Pablo afirmó que continúa investigando el caso.
Una de las actividades favoritas de Beatriz y su esposo, quienes permanecieron unidos por 60 años, era viajar en grupos de personas mayores por la región. Fue así que emprendieron una gira junto a 30 personas hacia Aparecida. La llegada al lugar se produjo un domingo, jornada en la que el santuario suele reunir a miles de turistas.
Fue durante ese recorrido cuando ingresaron a la tienda de ventas de artículos religiosos conocida como la Casa de las Velas.
“Eligieron el material que querían y fueron a la caja. Pero como había cola, mi padre le pidió a mi madre que esperara en la puerta de salida de la tienda, porque él haría cola y pagaría. Vio a mi madre parada ahí fuera, esperando. Cuando le llegó el turno, pagó y se fue, pero ya no pudo encontrar a mi madre”, contó el hijo.
Desde ese momento la búsqueda fue incesante. Desde las primeras horas junto a la guardia del santuario hasta la ida al hotel para verificar si se habría trasladado hasta ahí. Inmediatamente, continúa BBC Mundo Brasil, su hijo tomó un vuelo a Aparecida.
En el lugar, se cuenta, se confeccionaron miles de volantes con la foto de la anciana, además de la movilización de personas. Por su parte, desde el santuario se informó que no había registros que pudieran mostrar el momento de la desaparición. No obstante, también se indicó que desde el santuario se ayudó en la investigación.
Una vez hecha pública la situación y la campaña de ayuda los mensajes de personas que afirmaron haberla visto también se empezaron a reproducir. Desde información sobre mujeres ancianas sin memoria en hospitales o calles. Pero ninguna era Beatriz. Incluso, su hijo, hasta llegó a visitar el Instituto Médico Legal (IML). Los resultados siguen siendo los mismos
"He visto tres huesos: dos en la región de la ciudad de Aparecida y uno en el interior de Goiás. Dos fueron analizados por el arco dentario y otro por examen. Ninguno era mi madre", contó.
Los años han pasado y el caso de Beatriz vuelve a estar en los medios. Varios familiares le han pedido a su hijo que abandone la búsqueda, pero él no lo hará. Entre otras razones, además de la vida de su madre, por el deseo de que su padre, de 90 años, no muera sin respuestas de lo que le ha pasado a su mujer.
Recientemente ha surgido una nueva esperanza: la Campaña Nacional de Recolección de ADN de Familiares de Personas Desaparecidas. El hijo envió material genético y su anhelo está intacto.
Mientras tanto, en las redes sociales, la página sigue acumulando seguidores y la pregunta sigue siendo la misma: ¿Dónde está Beatriz?
Una oración por esta difícil situación, un caso extraño que aconteció durante una excursión a un santuario mariano en Brasil y que también hace poner la mirada en aquellos que desaparecen y siguen siendo buscados por sus familias.
