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Viento, lluvia, pájaros, contaminación… Las lápidas se enfrentan a diversas agresiones externas que pueden ensuciarlas y deteriorarlas con el tiempo. Por lo tanto, es necesaria una limpieza regular para preservar el estado de una tumba o bóveda y asegurar su longevidad. Los santos nos recuerdan a menudo esta tarea. Aquí hay algunas formas de cuidar las tumbas de tus seres queridos y rendirles homenaje.
1Quita el musgo y las malas hierbas.
En primer lugar, debes retirar las macetas y otros arreglos florales. Las flores de plástico deben limpiarse con detergente líquido o con una esponja humedecida con piedra de arcilla. Puede ser necesario un corte con el cincel de jardín si las malas hierbas han invadido el perímetro de la tumba.
A la larga, los detergentes con espuma atacan los materiales. Se pueden eliminar con una pasta elaborada con bicarbonato de sodio y piedra pómez en polvo. Simplemente aplica la pasta en la zona a limpiar y finaliza el mantenimiento con jabón negro. También se puede utilizar antiespumante.
2Limpia la lápida.
El mantenimiento de la tumba depende de los materiales de construcción del edificio. De hecho, no todas las piedras hablan de la misma manera. Algunos son más frágiles que otros y requieren más cuidados.
El granito es un material especialmente resistente. El musgo crece allí fácilmente. Para evitar esto, basta con lavar la lápida regularmente con agua limpia. También puede frotar el granito con una esponja impregnada de piedra de arcilla. Los productos contaminantes podrían causar más daño que bien y ayudarían a degradar la piedra en lugar de preservarla.
A diferencia del granito, la piedra es un material frágil, especialmente las piedras ligeras porque podemos observar fácilmente los rastros provocados generalmente por la infiltración de agua, la contaminación y los excrementos de los pájaros. Sin embargo, para limpiarlo, todo lo que necesita es un poco de agua clara. Y si el monumento está muy sucio, puede agregar detergente líquido o jabón negro, luego enjuagar bien.
No se recomienda el uso de productos ácidos como limón o vinagre, así como cepillos de alambre que pueden rayar la piedra.
Limpiar una lápida de mármol también es muy delicado. Este material calcáreo se puede teñir y rayar fácilmente. Por tanto, no se recomienda el uso de productos ácidos como el limón o el vinagre, al igual que los cepillos de metal que pueden rayar la piedra. Es mejor usar agua con un poco de jabón negro y usar un cepillo suave. Con el paso de los años, el mármol también tiende a empañarse. Para devolverle su brillo original, aplique un poco de cera para revestimiento de mármol o piedra en un paño suave y frote suavemente la piedra con movimientos circulares. Para perfeccionar el resultado, basta con darle un paño limpio.
3Rellena las grietas de la piedra.
Las grietas o hendiduras se pueden rellenar con masilla, pegamento o cera caliente. Recuerda limpiar y lijar la superficie antes de rellenar el hueco con alguno de estos productos. Finalmente, pule para eliminar el exceso.
4Cuida la placa de recuerdo.
Ya sea blanca o negra, una placa de recuerdo se puede limpiar fácilmente con jabón para platos, arcilla o agente limpiacristales (en pequeñas cantidades y diluido con agua). Deben evitarse las esponjas abrasivas, el detergente o la lejía porque dañan y decoloran las placas. Para proteger la placa de los elementos, es importante encerarla con cera incolora.
Para renovar las inscripciones sobre el mármol, primero es necesario despojar el hueco con un pincel mojado en aguarrás o acetona que luego habrá que quitar con un paño humedecido con agua. Luego, se trata de proteger el mármol con un cartón, alrededor de las inscripciones a repintar, antes de rociar pintura en spray diseñada para tal fin. Finalmente, se puede aplicar un barniz exterior incoloro a las inscripciones para protegerlas.
5Mantenimiento y limpieza de accesorios funerarios.
Si los adornos de la lápida están hechos de metal, pueden oxidarse y dejar marcas en la tumba. Para eliminar estas manchas, es posible usar peróxido de hidrógeno pasando un trapo sobre el área oxidada del mármol. La limpieza debe realizarse con mucho cuidado para evitar que el óxido se esparza sobre la piedra. En cuanto a las cerámicas funerarias, como urnas o jarrones de porcelana, un poco de agua limpia y un paño suave les devolverán su brillo original.