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Tanto así que el Papa Clemente XIV decretó la supresión de la Compañía de Jesús en 1773 por presión de los principales monarcas católicos (como Portugal, España y Francia), quienes ya los habían expulsado de sus territorios por “alterar la paz de sus pueblos”. En 1814 la orden fue restituida y hoy en día es la más numerosa.
1¿Jesuitas o compañeros de Jesús?
Aunque hoy comúnmente se llama jesuitas a quienes pertenecen a la Compañía de Jesús fundada por San Ignacio de Loyola, la verdad es que él nunca se denominó así (ni tampoco pretendía ser una orden en sus inicios, sólo un caballero de Cristo en la tierra, dado su pasado militar).
De hecho, la palabra “jesuita” tampoco se encuentra en los primeros documentos oficiales. A los “compañeros de Jesús” se les empezó a llamar “jesuitas” en el siglo XVI en Austria y Alemania con connotaciones peyorativas.
Pero luego, católicos de todo el mundo y otras órdenes lo comenzaron a usar de forma positiva. Es mucho más breve y fácil decir “jesuita” y, además, su significado etimológico (un pequeño Jesús) es muy acorde.
2Un cuarto voto
Además de los tradicionales votos de pobreza, castidad y obediencia, los sacerdotes jesuitas hacen un cuarto voto de obediencia al Papa, específicamente para atender su llamado a las misiones y llevar la Buena Noticia a cualquier rincón del mundo.
3La educación más que académica
La Compañía de Jesús comenzó con un grupo de estudiantes universitarios que Iñigo de Loyola reunió alrededor del año 1530 en París. Aunque las misiones siempre fueron su prioridad, poco a poco la educación fue cobrando un papel fundamental, pero no sólo para el desarrollo intelectual, sino también para el crecimiento moral y espiritual, convirtiéndose en toda una herramienta.
Por eso hay tantos colegios y universidades jesuitas en el mundo, cuya enseñanza se basa en “la persona completa”: mente, cuerpo y espíritu, permitiendo así desarrollar líderes competentes, compasivos y comprometidos al servicio de la Iglesia y la sociedad.
4Les debemos los paraguas
Precisamente por estar por todo el mundo, los jesuitas también llevaron muchos objetos de un país a otro, logrando una especie de globalización sin necesidad de herramientas tecnológicas.
Tal fue el caso del padre Thompson S.J., quien durante el siglo XVII estuvo en China y Japón y llevó a Europa (particularmente Inglaterra y Francia) unos “abanicos como los que usan nuestras damas, pero mucho más grandes y con largas varillas extrañamente forjadas y llenas de caracteres chinos”, que luego se conocerían como parasoles.
5El Papa negro
Aunque hacen su voto de obediencia al Papa, la Compañía de Jesús también elige a un Superior General como líder. Actualmente, es el padre Arturo Sosa S.J., venezolano, quien fue electo en el 2016, convirtiéndose en el primer General no europeo en cuatro siglos.
Coloquialmente, algunos se refieren a la persona que ocupa este cargo como el “Papa negro”. No fue algo inventando por la orden, sino por la misma gente desde hace siglos que, viendo el poder y la influencia de los jesuitas, así como sus roces con el Vaticano y el uso de sotanas negras, le dieron ese apodo.
6En el espacio
Actualmente, el Observatorio Vaticano (centro de investigación astronómica y educativa del Papa que se remonta al siglo XVI) está dirigido por jesuitas y la mayoría de sus investigadores son de esta orden. Desde allí promueven la comunión entre la ciencia y la fe.
7IHS, el sello de San Ignacio
Iesus Hominum Salvator (Jesús salvador de los hombres en latín) es el monograma del nombre de Jesucristo y San Ignacio lo utilizó en su sello de Superior de la Compañía de Jesús en 1541, convirtiéndose así en el emblema de esta orden religiosa.
Por eso también lo podemos ver en el escudo del Papa Francisco: "Nuestro lema, el de los jesuitas, Iesus Hominum Salvator (IHS)… Cualquiera de vosotros podría decirme: ¡lo sabemos muy bien! Pero este lema nos recuerda constantemente una realidad que no debemos olvidar nunca: la centralidad de Cristo para cada uno de nosotros y para toda la Compañía que San Ignacio quiso que se llamase de Jesús para indicar el punto de referencia", expresó el Pontífice en una misa realizada en el 2013 en el día de San Ignacio (31 de julio).
8Ejercicios espirituales
Fue San Ignacio de Loyola quien los creó luego de vivir una experiencia de meditación y contemplación en Manresa, donde estuvo 10 meses viviendo como un ermitaño.
Él recogió esa vivencia en un texto de 200 páginas para ayudar a quienes quisieran tener un encuentro con la voluntad de Dios en su vida, como "todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de razonar, de contemplar; todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar todas las afecciones desordenadas (apegos, egoísmos, …) con el fin de buscar y hallar la voluntad divina".
Estos ejercicios espirituales se siguen practicando actualmente, no sólo por sacerdotes o laicos jesuitas, sino por quien quiera realizarlos. Usualmente, se hace en casas de retiro por un par de días y guiados por un padre jesuita preferiblemente.