Seis ‘reglas de oro’ que enseña el Papa para saber escuchar

Es un imperativo del Papa: “¡Escuchad!”. Una petición a los cristianos, empezando por los profesionales de la comunicación, pero extendida a toda la Iglesia, para que en nuestras relaciones y comunicaciones esté la Verdad. Es un tercer mandato, después de “ir y ver”, es decir, en “comunicar encontrando a las personas donde están y como son”.

Pero, ¿cómo debe ser esa escucha? El Papa da algunas claves.

El objetivo de la Comunicación siempre es la Verdad. Sin Verdad no es Comunicación, es otra cosa. Francisco asegura que “la búsqueda de la Verdad comienza con la escucha”. Por eso, para la próxima Jornada de las Comunicaciones Sociales pide a todos los que comunican, no sólo a los profesionales del mundo de la comunicación, que “escuchemos mucho”.

De hecho, llama la atención que en sus palabras habla de los comunicadores en personal, con un “tenemos”, incluyéndose él como comunicador de la fe y la Verdad de Cristo: “Todo diálogo, toda relación comienza con la escucha. Por eso, para crecer, incluso profesionalmente, como comunicadores, tenemos que volver a aprender a escuchar mucho”.

El Santo Padre extiende esta petición a toda la Iglesia en general: “En este tiempo en que toda la Iglesia está invitada a ponerse a la escucha para aprender a ser una Iglesia sinodal, todos estamos invitados a redescubrir la escucha como algo esencial para una buena comunicación”.

Para Francisco, hoy la escucha es más importante que nunca. Pero una escucha acompañada por el consuelo a los que han sido golpeados y sufrido por la pandemia del Covid-19: “La pandemia ha golpeado y herido a todos y todos necesitan ser escuchados y consolados. La escucha también es fundamental para una buena información. La búsqueda de la verdad comienza con la escucha. Y también el testimonio a través de los medios de comunicación social”.

El cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, durante la presentación de libro "¡Sed auténticos! Con el Papa Francisco para mejorar nuestras relaciones y nuestra comunicación", de Ary Waldir Ramos Díaz, que aborda la comunicación del Papa a través de gente corriente que le conoce, concluyó que “La verdadera escucha debe basarse en la reciprocidad, donde cada uno sabe que tiene algo que aprender del otro. Pero el cristiano sabe que a esta dimensión horizontal debe añadir también la dimensión vertical, es decir, la disponibilidad hacia Dios para acoger su Palabra, que es la capacidad de mirar con los ojos de Dios. Entonces la escucha se convierte en discernimiento”.

Es lo que el Papa llama “escucha abierta”.

El Papa avisa que Jesús nos pide que prestemos atención a cómo escuchamos: “Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará (Lucas, 8,18)”.

Francisco da las claves de cómo tiene que ser una buena escucha: “Para poder escuchar realmente se necesita valor, un corazón libre y abierto, sin prejuicios”.

En su libro sobre la comunicación del Papa, Ary Ramos sostiene que la escucha de un cristiano debe tener una función educativa: "No basta con informar o explicar. Escuchar es cuidar al otro, porque se trata de dar a alguien la oportunidad de contar su historia. El objetivo de la escucha no es sólo extraer información del interlocutor, sino también transformarla, gracias a una participación activa, atenta a la voz del cuerpo, así como a las palabras”.

El Papa aboga por una escucha participativa, con deseo de comprender al otro, aunque eso no es sencillo, porque requiere de un esfuerzo por comprender y aceptar al otro. Cada uno de nosotros tenemos la necesidad de ser escuchados.

Waldir destaca la idea del Papa “oír es distinto a escuchar”. Porque oír normalmente no requiere ese esfuerzo de quien presta atención y pone sus sentidos e intención en comprender al otro. Escuchar requiere la búsqueda de la Verdad. “Donde hay ruido, haz que practiquemos la escucha”, reza Francisco inspirándose en una oración franciscana. Ary Waldir enlaza esa plegaria con la necesidad de una escucha sincera en un mundo globalmente intercomunicado y con la proliferación de noticias falsas y bulos: “en el mundo tecnológico de las fake news es imperativo salir de la lógica de las estrategias que aniquilan la escucha. ”