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La sociedad necesita profesionales preparados para ofrecer cuidados paliativos a las personas que lo necesiten. Para ello, es imprescindible que exista la asignatura de Cuidados Paliativos en las carreras de Medicina y de Enfermería. Esta es una petición de las recientes XIV Jornadas Internacionales de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal).
Los expertos creen que se daría un salto cualitativo si se lograra la especialidad para los profesionales de cuidados paliativos. Mientras tanto, abogan por incluir formación específica de forma generalizada en las facultades de Medicina y Enfermería.
"Debería ser una asignatura obligatoria, y no lo es en casi ninguna facultad de Medicina española", critica el doctor Marcos Lama. Lama médico de paliativos en la Fundación Rioja Salud.
Peor en Enfermería
En Enfermería se da la idéntica o peor situación académica, porque un estudio de 2021 indica que solo el 39% de las facultades o escuelas incluyen asignaturas de paliativos o relacionadas con el final de la vida, indicó la enfermera Lourdes Guanter, coordinadora de la Unidad Docencia del Institut Català d’Oncologia (ICO).
Los profesionales creen que es necesario al mismo tiempo delimitar mejor las competencias de cada especialista. Siempre bajo el criterio de un trabajo en equipo con el paciente y su familia en el centro. Lourdes Guanter dijo que "existe ambigüedad de roles, no tanto en el binomio médico-enfermero en el aspecto clínico, pero sí en el aspecto psicosocial. Para profesionalizar mejor la atención y hacerla eficaz para el enfermo, sería deseable "que explicitáramos mejor cuál el nuestro rol, buscando más reuniones y más espacios comunes para ello".
Más problemas en el mundo rural y la atención domiciliaria
"A veces no es tanto la actitud ni la formación en cuidados paliativos como el tiempo que se necesita", dice Jorge Maté, psicólogo clínico y especialista en Psicooncología del ICO. El doctor Lama, por su parte, señaló que los equipos son a veces incompletos. Los distintos profesionales, explicó, se ven en la necesidad de asumir tareas que no son de su competencia, sobre todo en la atención domiciliaria y en el mundo rural.
"Cuando te pones la bata, a veces sientes que te dan las cuatro titulaciones a la vez en cuidados paliativos", dijo la trabajadora social Mª Puerto Gómez, de la Fundación Instituto San José de Getafe. Sobre todo hace referencia a lo que ocurre en el ámbito psicosocial.
Trabajar en cuidados paliativos es transformador
El doctor Enric Benito, especialista en Oncología y experto en Cuidados Paliativos, clausuró las jornadas con una magnífica reflexión sobre cómo "convivir con el morir". Es algo que, desde su propia experiencia, transforma a los profesionales que atienden a las personas con enfermedades avanzadas y pronóstico de vida limitado.
"Trabajar en cuidados paliativos nos concede el gran privilegio de profundizar en nuestra propia humanidad", dijo. "Vemos grandes transformaciones. En parte por nuestras intervenciones. Pero también por los recursos que tiene la propia persona, que acaba por aceptar y por traspasar el sufrimiento de una forma dulce y serena".
"Nos permite asomarnos a la intimidad"
"Nuestro trabajo nos permite asomarnos a la intimidad de quienes acompañamos y descubrir valores de gran importancia. Experimentamos la intensidad del proceso y nos vemos obligados a aprender a gestionar las emociones, a forjar la capacidad de no huir, de estar junto al paciente y su familia y, al mismo tiempo, a permanecer ecuánimes y serenos", dijo este médico.
Estas experiencias llevan a los profesionales de cuidados paliativos "a descubrir poco a poco su profundidad, a cultivar la espiritualidad y, finalmente, a perder el miedo a la muerte y a vivir con confianza".
En este sentido, el Dr. Benito hizo referencia a los resultados de diferentes estudios. Estos señalan que, a partir de su práctica diaria, los paliativistas acaban "integrando en su vida cotidiana la sabiduría adquirida al sentarse junto a quienes se acercan a la muerte y miran retrospectivamente su itinerario de vida".
Cambiar el enfoque
El doctor Benito explicó que los profesionales sanitarios vienen de un modelo biomédico. Está basado en el paradigma científico. Se centra en la enfermedad y el objetivo de la atención es "curar". La persona enferma es "un sujeto pasivo". "Sin embargo, el proceso de morir no es una enfermedad. Es un hecho humano único y radical que se caracteriza por su dinamismo y nos pone al borde del misterio del vivir y el morir", explicó.
De ahí que "nuestra profesión cambia nuestra manera de ver la realidad, pasando de una concepción de la vida como materia a una visión mucho más integral y humana". En el ámbito asistencial, centrarse en el cuidado de la persona lleva a "ver al paciente como persona, y no solo como cuerpo, dando sentido y valor a su mundo interior, a sus emociones y a sus valores e integrándolos en la atención".