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En mayo de 1964 nacía en Nueva York Leonard Albert «Lenny» Kravitz, hijo de la actriz afroamericana Roxie Roker y del promotor de jazz y productor televisivo de ascendencia judía ucraniana Sy Kravitz. Su ascenso a la fama comenzó a principios de los 90, pero el éxito que lo catapultó fue sin dudas su canción Are You Gonna Go My Way de 1993, obra que fuera el primer sencillo del álbum homónimo, su tercer long-play.
En cuanto a su creación y grabación, el mismo Kravitz confesó que nació casi de casualidad. “Fue una de esas canciones que surgen en cinco minutos. Estábamos tocando con Craig Ross y pensamos que teníamos algo. Le dije a Henry [Hirsch] que encendiera las grabadoras y lo reprodujimos. Luego fui y escribí la letra en una bolsa de papel marrón que estaba en el desván. Y eso fue todo.”
Como es sabido, Kravitz tiene una gran influencia de los conjuntos de rock de los 70 (a punto tal que no pocas veces esta influencia parece estar rozando el concepto de plagio, a decir verdad), por lo tanto en sus discos procuraba recrear el sonido de aquellas legendarias bandas y por ello también imitaba su estilo de trabajo, que era similar a lo que el autor describe respecto a la génesis de esta obra.
A su vez, en algunas entrevistas Kravitz también señaló que esta dinámica se debía a los costes de las horas de grabación.
El trasfondo de la canción
Desde el punto de vista musical, la obra tiene lo que tiene que tener para ser un hit rockero: un riff pegadizo, una percusión martilladora, una estructura sencilla, el solo de guitarra correspondiente… Lo que pocos conocen es el concepto detrás de la letra.
“Nací hace mucho, soy el elegido, ese soy yo, he venido a salvar el día y no me marcharé hasta que termine. Así que por eso tienes que intentarlo, tienes que respirar y tener algo de diversión, aunque no me pagan, juego este juego y no pararé hasta que termine. Pero lo que de verdad quiero saber es… ¿vas a estar de mi parte? y tengo que saberlo.”
En rueda de prensa el cantautor neoyorquino aclaró en su momento de qué iba la cuestión. Se trata nada menos que de un tema que compuso pensando en lo que diría Dios si bajase a la tierra.
“No sé por qué siempre lloramos, esto debemos dejarlo y deshacerlo, debemos tomar parte y reorganizarnos, y volver a convertir este planeta en uno. Así que dime por qué tenemos que morir y matarnos entre nosotros. Tenemos que abrazarnos y bailar pegados, tenemos que bailar y estar enamorados. Pero lo que de verdad quiero saber es… ¿vas a estar de mi parte?”
El músico – que alguna vez vez llamó a Cristo “la estrella de rock por excelencia” - tiene además un tatuaje en la espalda que dice: “Mi corazón pertenece a Jesús”. Por ello es que dentro de esta misma tónica podemos interpretar también otras de sus posteriores producciones.
Una de ellas, que aquí compartimos, es I belong to you (Te pertenezco) del álbum “5” de 1998: