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En una fiesta de final de curso de un instituto del Condado de Worcester, Inglaterra, que se celebró después de posponerse en varias ocasiones debido a la pandemia, una joven de 15 años llegó no en la habitual limusina, sino con una escolta de casi 300 moteros.
Felicity Warburton tiene dislexia y síndrome de Asperger y ha sido víctima de bullying sin piedad desde los 7 años. Según el diario Daily Record, el acoso se volvió tan abrumador recientemente que Felicity incluso pensó en el suicidio.
Su madre envió una señal de auxilio en Facebook en agosto, pidiendo al club de moteros WAC Motorcycle Club que ayudara a su hija a disfrutar de la fiesta y pusiera fin a los insultos y las burlas de una vez por todas. En un fragmento de su llamamiento se lee:
Estoy buscando un pequeño favor (…). Mi hija va actualmente al instituto Blessed Edward en Worcester, pero lleva siendo acosada desde el primer día de escuela primaria hasta sus últimas semanas de instituto.
Mi hija Felicity tiene 15 años, tiene dislexia y actualmente le están diagnosticando Asperger, así que le resulta increíblemente difícil hacer amigos.
Lo único en lo que ha destacado es en judo y es medallista de plata mundial en su edad y peso para personas con disfuncionalidad.
Felicity está esperando con ilusión la fiesta de fin de curso, ya que siente que este será el momento en que pueda mostrarles (a los acosadores) que ya no pueden herirla más.
La han acosado tanto que incluso pensó en el suicidio durante el año pasado, así que me gustaría de veras que su fiesta sea todo lo que ella quiere y necesita que sea.
Y en esto espero que vosotros podáis ayudarme: estoy buscando una escolta de motos que la acompañe a su fiesta en el Worcester Warriors el martes 7 de septiembre.
Su llamamiento fue recibido con una entusiasta respuesta. En un comentario en la publicación sobre el evento, alguien dijo: “Estoy deseando ir, hacer que una jovencita se sienta apoyada y hacer saber a los acosadores que están equivocados. Mi hijo tuvo problemas parecidos en la escuela durante sus dos primeros años. Esta noche ocupará el asiento trasero de mi moto porque quiere mostrar su apoyo. ¡Feliz fiesta de fin de curso, Felicity!”.
Muchas otras personas expresaron también su apoyo y simpatía y algunas compartieron sus propias historias de superación del bullying en su juventud.
Dos alas… ¿o dos ruedas?
Según parece, los ángeles no siempre tienen dos alas… a veces pueden venir con dos ruedas.
Los padres de Felicity no daban crédito a sus ojos cuando vieron llegar a casi 300 moteros para buscar a su hija desde todas partes de Inglaterra. El padre de Felicity, Rich Morrish, contó a Worcester News: "Esperábamos solamente a unas 10 personas o algo así, y ya había unas 50 motos y luego no dejaron de llegar, grupo tras grupo, hasta que se alinearon todas junto al acerado, fue extraordinario".
En declaraciones al Daily Record, añadió: "Había tantísimos moteros que ni siquiera se podía ver a Felicity en medio de todos ellos". Así que Felicity y su mejor amiga Emily llegaron a su destino en una trimoto (una moto de tres ruedas) después de recorrer los 8 kilómetros entre su casa y el instituto con una impresionante procesión que tardó treinta minutos en llegar por completo a su destino.
Su presencia tuvo el efecto deseado en la confianza de Felicity en sí misma. Según dijo su padre: "Verla brillar como un árbol de Navidad fue absolutamente fantástico… Cuando tienes a alguien que te insulta constantemente, ya no ves nada bueno en ti mismo".
Cada cierto tiempo, tenemos que dejar que nos inunde la belleza, la amistad, la generosidad de gestos de desconocidos que se acercan a nosotros a recordarnos lo valiosos que somos. A veces, como Felicity, necesitamos ese tipo de demostración desmesurada para recordarnos que la vida es profundamente maravillosa.
