Son muchos los desafíos que se enfrentan actualmente: consecuencias de la pandemia, incertidumbres, desempleo, inseguridad. Si miramos solamente estos factores, es difícil creer que es posible tener alegría.
Debemos preguntarnos, ¿cuál es la fuente de nuestra alegría?
Jesús enseñó
Jesus nos enseñó: "Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto". (Jn 15, 10-11).
En la Biblia encontramos otros pasajes que nos hablan de la alegría en el Señor.
En Nehemías, después de volver del exilio a Jerusalén, el pueblo de Dios encontró la ciudad devastada, el templo y las casas destruidas. Ellos, sin embargo, fueron animados con las siguientes palabras:
"No estén tristes, porque la alegría en el Señor es su fortaleza". (Neh 8, 10).
La alegría alarga tu vida
Otro pasaje que nos muestra la importancia de la alegría en nuestra vida está en el libro del Eclesiástico:
Creer en Dios
Sí, tenemos muchos desafíos en nuestra vida, pero debemos creer siempre que Dios Padre, fuente de vida y misericordia, nos ama infinitamente. Por eso, pidámosle el don de la alegría.
¡Dios es la fuente de nuestra alegría!