Una de las razones fundamentales por las que una empresa domina su mercado es que cuente con el 100% de compromiso de los empleados. Disponen de ecosistemas de equipos empoderados que están plenamente comprometidos y trabajan en un entorno de mando descentralizado.
Según el Informe de Situación del lugar de trabajo global de Gallup, “solo el 15% de los empleados en todo el mundo están comprometidos con sus trabajos”.
Eso significa que están emocionalmente comprometidos en dedicar su tiempo, talento y energía para agregar valor a su equipo y promover iniciativas a la organización.
Según Gallup las empresas pierden 605 mil millones de dólares por las pérdidas de productividad que supone que los empleados descontentos abandonen la empresa.
El activo más importante de una empresa
Cuando las empresas son conscientes de ello apuestan por considerar todas las medidas que fortalezcan la satisfacción de los empleados y la retención del talento.
El entorno empresarial actual, y el mundo en general, avanza más rápido que nunca. Las organizaciones de todo el mundo se enfrentan a más cambios de los que la mayoría puede manejar.
Para competir y dominar su sector deben crecer más rápido, lo que a menudo les da menos tiempo para concentrarse en administrar todos sus objetivos financieros.
Por lo general, es aceptado comúnmente por la gran mayoría de líderes que los empleados son el activo más importante de una empresa.
Pero en realidad, eso solo es cierto cuando la mayoría de la fuerza laboral está completamente comprometida con su trabajo. De lo contrario, están agregando poco valor añadido a su organización.
Tipos de empleados
Hay tres tipos de empleados en cualquier organización:
1. Comprometidos (15% de la plantilla). Se trata de esos empleados fieles que “viven” los objetivos de la compañía. Están en puestos en los que sobresalen y donde sus talentos realmente se aprovechan. Invierten con entusiasmo en su trabajo y asumen responsabilidades más allá de lo exigido.
Por lo general, es más probable que se conviertan en líderes emergentes y que permanezcan en una organización mucho más tiempo que los empleados descontentos.
2. No comprometidos (67% de la población activa). Estos empleados pueden pasar desapercibidos porque no muestran insatisfacción. Sin embargo, hacen lo mínimo y no invierten en la misión, visión, valores u objetivos de la empresa. Se centran menos en el cliente, en la productividad y la rentabilidad de la compañía.
Dependiendo del enfoque, se trata de una amenaza o una gran oportunidad, porque se les puede convertir en miembros comprometidos con la empresa.
3. Activamente desvinculados (18% de la población activa). Todos hemos trabajado junto a estas personas. Son constantemente negativos, crean un ambiente tóxico, dominan el tiempo del jefe y generalmente expresan su infelicidad. Lo que es peor, es que a menudo son expertos en la materia muy respetados por sus habilidades. Estos empleados pueden propagar fácilmente la toxicidad por toda la organización y rara vez pueden transformarse en empleados comprometidos.
El papel del líder en el compromiso
Los profesionales corroboran que el compromiso de los trabajadores influye directamente en la productividad y la rentabilidad.
Eso parece evidente, sin embargo, muchos líderes todavía luchan por definir, medir y mejorar el compromiso en sus equipos.
Contratan directivos que están emocionalmente involucrados en la misión y visión de la organización y les brindan los recursos para construir grandes equipos con las personas adecuadas en los roles correctos. Empoderan a sus empleados.
Los grandes gerentes desarrollan una buena política de retención del talento. Dan prioridad a la felicidad de sus empleados y su grado de compromiso con los objetivos de la organización.
¿Por qué la mayoría del empeño de transformación de las organizaciones no alcanza los retos de la empresa?
Debido a que el cambio es difícil, lleva más tiempo y, por lo general, tiene mayores costos de los que los gerentes y líderes planifican.
El cambio puede ser intensamente personal para los empleados, despierta temor y, realmente, pueden reducir la productividad al ser abordados de manera incorrecta.
Sin embargo, los estudios demuestran cómo las decisiones son influenciadas en un 70% por las emociones y en un 30% por principios racionales.
Pero esto también puede ser una gran manera de mejorar el compromiso. Mejorar el compromiso es simple pero no es fácil.
¿Cómo saben los gerentes quién está comprometido?
Los miembros de un equipo deben poder afirmar con seguridad lo siguiente:
Priorizar los pasos debe ser una función del líder. Entonces todo encajará. Estos son los pasos a seguir:
1Poner a todos en el puesto correcto
Colocar a las personas adecuadas en las funciones en que son competentes. Las estrategias de recursos humanos en adquirir y retener talento deben estar en consonancia con los objetivos de la compañía.
2Capacitarlos
Ningún líder puede esperar construir una cultura de confianza y responsabilidad y mucho menos mejorar el compromiso sin preparar al equipo para el éxito. Para ello, es necesario desarrollar un plan estratégico de formación para lidiar con los obstáculos.
3Trabajos con alto valor añadido
Los empleados comprometidos están haciendo un trabajo con alto valor añadido y tienen una comprensión clara de cómo contribuyen a la misión, el propósito y los objetivos estratégicos de la empresa.
Esta es la razón por la que primero deben ubicarse en el rol correcto.
4Registrar y analizar con frecuencia
Los días en los que simplemente se confiaba en las revisiones semestrales para brindar retroalimentación han quedado atrás.
La fuerza laboral de hoy requiere comentarios regulares, fluidez en la comunicación, lo que, por supuesto, conduce a una corrección de rumbo más rápida y reduce el riesgo y las pérdidas. Por ello, es cada vez más importante utilizar estrategias de registro y usarlas semanal o mensualmente.
5Hablar con frecuencia sobre el compromiso
Los líderes son muy claros para mejorar el grado de compromiso de sus empleados y hablan de ello con frecuencia. Analizan frecuentemente el grado de compromiso y acciones de fidelización y engangement en las discusiones y búsqueda de soluciones.
Aunque parezca sencillo, previamente hay que establecer prioridades en los principios de compromiso. Las empresas que lo aborden correctamente generarán una mayor rentabilidad financiera, superarán a sus competidores y ascenderán fácilmente a la cima de las listas de las mejores empresas para trabajar.