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Recientemente, el religioso se reunió con la reina Letizia Ortiz de España, en el Bañado Sur, uno de los barrios más pobres del país sudamericano, donde el Pa´i Oliva, como se lo conocía, llevó adelante varias obras en favor de los más necesitados.
"No le temo a la muerte. Sé que es inminente. Pero quiero ir a morir en mi casa", fue lo expresado por el sacerdote jesuita en una reciente conversación con un amigo que fue a visitarlo en Taita Róga de la Congregación Jesuita.
El sacerdote permaneció durante sus últimos meses fuera de las actividades por sus condiciones de salud propias de la edad, pero esto no impidió que siguiera activo en sus redes sociales donde habitualmente compartía reflexiones sociales y políticas.
El padre Oliva se caracterizó, durante su ejercicio pastoral en al Paraguay, por su afinidad con las personas más pobres, quienes cariñosamente lo llamaban Pa´i, que en el idioma Guaraní significa padre. Además de sacerdote era un conocido activista social.
Su fallecimiento se confirmó este lunes y la noticia fue recibida con mucho dolor por parte de sus amigos del Bañado Sur, uno de los barrios más pobres y marginados de Asunción.
Legado
Uno de los legados más importantes del padre Oliva fue la creación de la fundación Mil Solidarios, que es un Centro de Atención Familiar (CAFA) En este caso un lugar dedicado a la prevención, atención y dignificación de mujeres y niñas víctimas de violencia sexual y trata.
“Este tipo de visitas son muy importantes. La gente que está trabajando en la organización mil solidarios le acercó nuestras necesidades. Ella me dijo que comprende la situación por la que pesan estas familias”, expresaba a los medios de comunicación el “pa’i Oliva”, tras conversar con la reina consorte durante su visita al Bañado Sur
El sacerdote Francisco de Paula Oliva, nació en Sevilla, España en 1928 e ingresó a sus 18 años a la Compañía de Jesús. Llegó a Paraguay en abril de1964 y empezó a desempeñarse como director espiritual en el Colegio Cristo Rey de Asunción
En junio de 1969 juró como ciudadano paraguayo y en octubre de ese mismo año, la dictadura de Alfredo Stroessner lo envió al exilio, que duró 27 años. Después de su expulsión del Paraguay estuvo en Argentina (1969-1978), junto a paraguayos que vivían en Buenos Aires fundó el Equipo de Pastoral de Paraguayos en Argentina.
Finalmente, tras casi tres décadas de exilio, el sacerdote regresó a Paraguay en el año 1995. A partir de ahí empezó a colaborar en el Colegio Cristo Rey de Asunción, y en la parroquia jesuita del Bañado Sur,
En su rol de activista social, el sacerdote tuvo un notable protagonismo cuando acompañó a los jóvenes de la plaza en el “Marzo Paraguayo” durante la crisis política de 1999 que enfrentó el Paraguay tras el magnicidio de su vicepresidente Luis María Argaña.
La Compañía de Jesús, rindió un homenaje al sacerdote en sus redes sociales y destacó que al Pai Oliva se lo conocía como un gran promotor de la fe unida al compromiso por la Justicia, en reivindicación constante de la justicia social en favor de los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Fue creador del Parlamento Joven y fundador de la Asociación Mil Solidarios, gran impulsor de la Radio comunitaria Solidaridad, en el Bañado Sur.
Por su lucha social, el sacerdote ha recibido varios reconocimientos como el de la Cámara de Senadores (2019) por su labor como incansable luchador por los Derechos Humanos, entre otros.
Los jesuitas en el Bañado Sur
Los jesuitas se instalaron en el Bañado Sur en los años 90 donde se estableció una comunidad que era habitada por españoles y paraguayos.
“Una de las personas más importantes para la comunidad es el padre Oliva, quien desde que regresó a Paraguay tras ser expulsado por la dictadura de Alfredo Stroessner vivió en esta comunidad junto con otros sacerdotes”, explicaba recientemente, en comunicación con Aleteia, el padre jesuita Milciades González.
Actualmente los jesuitas cuentan en el Bañado Sur con el del Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch, que además cuenta con una radio comunitaria y acompaña a jóvenes indígenas.
Otras de las obras de la Compañía de Jesús en esta zona es la presencia de Fe y Alegría, una fundación que sostiene a varias escuelas de la zona.