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“He venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia”. Sor Veronica Vuantei ha hecho de estas palabras de Cristo (Jn 10,10) la piedra angular de su vida. Con 53 años, esta religiosa india es miembro de las Hermanas misioneras de María Auxiliadora. Nació en Aizawl, ciudad del Estado de Mizoram, en el noreste de la India. Siguió en 2000 sus estudios de enfermería para ayudar a personas discapacitadas que viven en aldeas remotas, según informa el diario indio The Shillong Times. La religiosa trabaja actualmente en un centro de salud de la aldea de Sohklong, en el Estado indio de Meghalaya, donde ejerce su profesión de enfermera, sobre todo con mujeres embarazadas. Este centro cuenta con once camas, así como con una sala de partos.
“Una enfermera es la que abre los ojos a un recién nacido y cierra suavemente los de un moribundo”, declaró la monja a The Shillong Times. “En efecto, es una gran bendición ser la primera persona y la última que asiste en el comienzo y en el fin de la vida”. Cuando vienen a verla mujeres embarazadas, nunca les pregunta su edad. “Les pregunto solamente si vienen acompañadas de sus padres o de su marido”, detalla. “Por lo general, tienen miedo de acudir a centros de salud comunitarios donde deben revelar su edad”.
La situación de las mujeres en la India y, en particular, la de las mujeres embarazadas sigue siendo extremadamente precaria. Además de las violaciones y las violencias sexuales a las que se somete a las mujeres regularmente, se añade el problema de los abortos “selectivos” para no tener niñas. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y su informe sobre el estado de la población mundial en 2020, la India cuenta con 46 millones “mujeres desaparecidas” en un periodo de unos cincuenta años.