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La Universidad Médica Johns Hopkins de Estados Unidos –fuente indiscutible en la contabilidad de contagios, muertes e incidencia del virus—ha dado el primer dato sobre México, mientras que en Perú ha sido reconocido por el Gobierno de ese país en base a los datos proporcionados por la revista médica The Lancet.
México: un desastre
Mientras los políticos mexicanos se han caracterizado por minimizar las cuatro olas de la pandemia (desde 2020 el presidente López Obrador ha dicho que la Secretaría de Salud y el Ejército han “domado” al coronavirus), los datos indican una realidad muy diferente.
Según el análisis de los veinte países más afectados por la Covid-19 en todo el mundo, realizado por la Johns Hopkins, el número de muertes por cada cien casos confirmados o, si se prefiere, por cada 100,000 habitantes del país (tanto casos confirmados de contagio como personas saludables), el número uno es México.
En lo que llaman los científicos de la Universidad estadounidense el porcentaje de muertes en casos observados de infección de la Covid-19, México está a la cabeza del mundo con 7.3 por ciento por cada cien personas infectadas. Dicho de otra manera: en México mueren siete de cada cien personas que contraen el virus.
Tras México vienen Bulgaria (4.1 por ciento) y Hungría (3.1 por ciento). A ellos le siguen Rusia (también con 3.1 por ciento), Ucrania (2.7 por ciento) y Sudáfrica (2.6 por ciento). En el país con mayor número de casos confirmados, Estados Unidos, muere una persona por cada cien contagiados.
La orfandad se cierne sobre Perú
Quizá no exista una cifra más dolorosa que la de 98.000 huérfanos que ha dejado el coronavirus a su paso por Perú. Este país andino de cerca de 33 millones de habitantes ha sufrido en serio la pandemia acumulando más de dos millones de casos positivos y aproximadamente 203.000 personas fallecidas.
“Nuestro país, lamentablemente, es el país con casi 98.000 niños que perdieron a su padre, madre o cuidador durante la pandemia”, dijo la ministra peruana de la Mujer, Anahí Durand, con base en cifras difundidas por la revista The Lancet. Y agregó: “Tenemos el triste récord de ser el país del mundo con mayor cantidad de niños que han perdido un padre, una madre”.
Según The Lancet, desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 30 de abril de 2021, hay un estimado de 1.134.000 niños que experimentaron la muerte de sus cuidadores principales en todo el mundo, incluido al menos uno de los padres o abuelos con custodia. Es el dato de las fases más duras de la pandemia y la menos atendida.
Así lo reconoció la ministra Durand: "Muchas familias vienen a buscarnos y quieren acceder a esa pensión (de 200 soles al mes, 50 dólares), pero no tienen el certificado de defunción por Covid-19, en la primera y segunda ola la gente murió en su casa, no tuvo condiciones para sacar ese certificado que acredite que murió por Covid-19 y esto está dejando afuera muchos niños".
¿Señales de optimismo?
Recientemente, el Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales de Hamburgo hizo un cálculo que a muchos ha dejado perplejos: América Latina ha sido, hasta ahora, responsable de un tercio de todas las muertes por la Covid-19 en el mundo, aunque ni siquiera una de cada diez personas vive allí.
Sin embargo hay una pequeña luz de esperanza: una versión de la vacuna de Astrazeneca se está ya produciendo en Argentina y en México. Esta vacuna latinoamericana podría enfrentar los estragos de la cuarta ola –producida por la variante ómicron—y no dejar la estela de letalidad y orfandad que hasta hoy es la foto de la región con mayor número de católicos del planeta.