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Tenía 24 años y había llegado a Brasil en 2011 huyendo de la violencia en la República Democrática del Congo. Así lo confirman medios y agencias que en los últimos días se hicieron eco de lo acontecido con Kabagambe. En este caso un joven que desde que llegó a América Latina fue asistido –junto a su familia- por Cáritas.
En la noche del 24 de enero, el joven Kabagambe fue asesinado en un parador de la playa del barrio Barra de Tijuca, Río de Janeiro. La víctima se desempeñaba como jornalero y, según trascendió, lo que reclamaba era el pago de jornales atrasados.
Lo sucedido con Kabagambe, que seguía siendo investigado y hasta tenía ya la detención de algunas personas, rápidamente generó repudio e indignación en Brasil. Incluso, hasta varios jugadores de la selección brasileña de fútbol se pronunciaron a través de las redes sociales. Por ejemplo, así lo hizo el delantero de Flamengo Gabriel Barbosa (“Gabi Gol”):
"Este no es el Río que aprendí a amar y que me recibió con los brazos abiertos!!! ¡¡Queremos justicia, no podemos normalizar crímenes como este!! ¡¡Que se haga justicia con Moïse Mugenyi y toda su familia!! ¡¡¡Estamos junto a ti!!!"
El pronunciamiento de la Iglesia
Pero en las últimas horas también hubo expresiones desde la Comisión Pastoral Episcopal de Acción Sociotransformadora de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), la Red CLAMOR Brasil y la Red de Solidaridad con Migrantes y Refugiados (RedeMiR). Lo hicieron a través de una nota difundida en la web de la Iglesia de Brasil en la que se indica lo siguiente:
“La barbarie se ha normalizado cuando involucra a personas pobres y vulnerables de la periferia. A este grupo pertenece gran parte de la población migrante y refugiada” .
“Nunca estará de más reafirmar la importancia de defender los Derechos Humanos en un país que lamentablemente sigue marcando su historia arraigada en la violencia” , prosigue el texto en el que se hace referencia a la necesidad de garantizar los derechos más básicos de las personas migrantes y refugiadas.
El mensaje finaliza con señales de solidaridad para con la familia del joven congoleño. También con la exigencia a las autoridades de “justicia por el asesinato de Moïse Kabagambe con la rendición de cuentas de los culpables por esta conducta inaceptable y brutal de quienes cobardemente tomaron la vida de este hombre”.
Un vínculo de cercanía con la Iglesia
La noticia del asesinato del joven congoleño golpea no solo por su condición de migrante, refugiado, sino también por el trascendido de su vínculo con la Iglesia de Brasil a través de la acogida que le ofreció tanto a él como a su familia Cáritas desde su llegada a América Latina.
Así lo confirmó un comunicado emitido por la Arquidiócesis de Río de Janeiro en el que también se rechazó lo sucedido.
“La Arquidiócesis de Río de Janeiro, a través de Cáritas lamenta la muerte de uno de sus asistentes, el congoleño Moïse Kabamgabe, ocurrido en el barrio Barra da Tijuca - RJ el 24 de enero. La Arquidiócesis rechaza todo tipo de violencia que daña la dignidad humana y rompe la vida. Moïse Kabamgabe fue asistido, así como el resto de miembros de su familia, por Cáritas desde su llegada a Brasil, con la intención de darles la bienvenida y brindarles una oportunidad para la estabilidad profesional en nuestro país”, indica parte del comunicado.
En el mismo mensaje se publica lo expresado por un miembro de la familia del joven asesinado.
"Agradecemos a Cáritas, lugar de protección en lengua congoleña, por ser la referente y madre de refugiados aquí en Brasil. Agradezco todo el apoyo y apoyo de los rostros desde el momento en que llegamos y especialmente en este difícil momento", se indica.