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Brasil: Un año de la casa que ante las “heridas” del migrante no pasa de largo

BOM SAMARITANO
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Pablo Cesio - Aleteia Brasil - publicado el 13/02/22
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La “Casa Bom Samaritano” cumplió un año de acogida a migrantes… Un claro ejemplo de ver el dolor del prójimo y no quedar indiferentes

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“Fue un verdadero milagro que ha sucedido para nosotros los venezolanos”. Así se expresó Orlando Gustavo Vargas, un migrante de 39 años que decidió junto a su esposa emigrar a Brasil en procura de una mejor calidad de vida.

Orlando llegó a la zona fronteriza entre Brasil y Venezuela de Pacaraima, donde fue acogido por el Ejército. Desde ahí se pudo trasladar hacia Boa Vista, para luego poder arribar hasta Brasilia.

El testimonio de Orlando, reproducido por la web de la Iglesia de Brasil gracias a un trabajo audiovisual del Instituto de Migraciones y Derechos Humanos (IMDH), es uno de los tantos que hacen referencia a la labor que viene desempeñando la “Casa Bom Samaritano”, sitio de acogida para personas en condición de movilidad.

Un año sin pasar de largo…

El 4 de febrero de 2021 se puso en marcha este proyecto que es sinónimo de amor y curación de las “heridas” del prójimo. Es ahí donde los venezolanos que huyen de la crisis humanitaria de su país se han transformado en protagonistas.

“Hay personas muy buenas, que te dan amor, te orientan, te dan confianza, a seguir adelante, a ser independiente. Hay muchos beneficios aquí, tienes vivienda, comida, psicólogos. Es un verdadero privilegio estar en esta casa. Fue un verdadero milagro que ha sucedido para nosotros los venezolanos”, prosigue Orlando.

Esta casa de acogida ha celebrado recientemente un año y tal cual ha reflexionado la directora del IMDH, sor Rosita Milesi, “es un espacio muy especial, agradable al alma y al corazón, un espacio de fraternidad”.

Milesi también reflexionó sobre la importancia de la labor de servicio para con las personas migrantes y refugiadas:

“Estar al lado, muy cerca, convivir y compartir el día a día es un aprendizaje, es una oportunidad que nos da Dios y que la misión nos permite dar un poco de nosotros mismos. Y recibirlos mucho para nuestro crecimiento y para, juntos, buscar espacios y condiciones de vida con dignidad y autonomía para estas personas en busca de seguridad, alimentación y paz”.

Acogida e integración

“Casa Bom Samaritano tiene como misión ser un lugar de acogida e integración para familias migrantes y refugiadas, ofreciendo asistencia humanitaria, laboral y sociocultural, en apoyo a la integración local de las personas acogidas. La recepción dura hasta 3 meses”, recuerda la web de la Iglesia de Brasil.

Recién en mayo de 2021 empezaron a llegar los migrantes a la casa a través del proyecto “Acogida a través del trabajo”. Detrás se encuentran las manos generosas de diversas organizaciones como AVSI Brasil, IMDH, Fundación Scalabriniana. Cuenta con el financiamiento de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de Estados Unidos. También con el apoyo de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, CNBB, que cedió el espacio.

Es en este sitio, con 94 camas, donde se le brinda tanto a padres como a hijos oportunidades de desarrollo a través de programas especiales. Se trata de un verdadero período de experiencia para lograr la tan necesaria y anhelada inserción.

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