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Los manuscritos medievales son una verdadera joya no solo literaria, también artística. Sus ilustraciones, realizadas con gran detalle y genialidad, ayudaban a comprender los textos religiosos, filosóficos, doctrinales.
Unas imágenes, obras de arte en sí mismas, que realizaron miles de monjes y monjas a lo largo y ancho de la Europa medieval. Pues los conventos fueron, en aquellos siglos, lugares de esplendor artístico y difusión del conocimiento.
En sus escriptoria, hombres y mujeres pasaban largas horas inclinados ante la mesa realizando unas imágenes que hoy en día sobrecogen a quienes las contemplan. La gran mayoría de estas personas, habitualmente miembros del clero, dejaron su obra, pero no su nombre. Únicamente unos pocos han trascendido y sobrevivido al paso de los siglos.
En Depintrix es uno de esos nombres. Un nombre que oculta la identidad de una mujer que firmó en uno de los libros más importantes de su tiempo, en una copia de los Comentarios sobre el Apocalipsis de San Juan del Beato de Liébana.
El Beato de Liébana fue un monje del siglo VIII que escribió varias obras entre las que destaca por encima de todas estos Comentarios. Tan importantes se convirtieron que incluso terminaron siendo identificados por el mismo nombre del autor. Los “Beatos” fueron varias decenas de copias que se realizaron en distintos monasterios de la España medieval.
Uno de ellos es el que contiene la firma de esta misteriosa mujer. En depintrix et D(e)I aiutrix frater Emeritus et presbiter. (En depintrix, pintora y sierva de Dios, Emeterius, presbítero).
En, o Ende, es el nombre que aparece en una de las treinta y cuatro copias que se conservan del Beato de Liébana. El que lleva la firma de En concretamente, incluye más de cien ilustraciones y fue elaborado en el siglo X en el monasterio dúplice de San Salvador de Tábara, en el entonces reino de León.
En aquel tiempo no era extraño que los monasterios fueran mixtos. Existían unas dependencias específicas para monjas y otras para monjes, pero otras eran comunes. Una de estas, el escriptorium fue el lugar en el que En debió realizar su magnífica copia.
En Depintrix debió ser una religiosa de Tábara proveniente de alguna familia noble. Es curioso que su nombre aparece no solo antes del de un hombre, el presbítero Emeritus, sino que su rúbrica es mucho más grande que la de él. Su nombre, el de En Depintrix es el más antiguo que se conoce hasta el momento de una mujer iluminadora de la Europa de la Edad Media.
En el año 988, las huestes de Almanzor destruyeron el monasterio de Tábara donde vivía En. No sabemos si ella lo vio para contarlo, pero sí que la magnífica copia que realizó junto a otros monjes del Beato terminó a buen recaudo en la catedral de Gerona donde aún se encuentra custodiado en la actualidad.
Este códice está considerado como una de las mejores copias del Beato de Liébana y en la que aparece un mayor número de iluminaciones, muchas de ellas de estilo mozárabe. La firma de En Depintrix no solo es una joya en sí misma, sino que demuestra que las mujeres dentro de los conventos, también realizaron este tipo de proyectos magníficos y lo hicieron con gran genialidad.