Si crees que nada merece mayor atención y dedicación que tus actividades productivas, de tal manera que no tienes tiempo, ni interés para nada más que tus actividades laborales, entonces tal vez ya eres un buen candidato para padecer de una adicción al trabajo. Veamos por qué:
Desde luego, el trabajo es muy importante para nuestra dignidad y el sustento. Por medio de este esfuerzo cotidiano obtenemos muchos beneficios y prosperidad en varios sentidos. Sin embargo, cuando se empieza a sobrevalorar el cumplir con el trabajo, y a dejar a un lado otras actividades importantes, entonces se habla de una dependencia, es decir, es algo que no puedes dejar de hacer porque te sientes mal o incómodo, si no lo haces.
Cualquier adicción es una dependencia, de la cual no es fácil salir. En muchas ocasiones hasta te llegas a sentir ansioso si lo dejas de hacer. Por lo mismo lo repites, una y otra vez, y llegas a obtener una sensación de placer o satisfacción.
Por esto el adicto al trabajo es una persona dependiente, sin realmente tener la capacidad de dejarlo de realizar, porque lo necesita. De aquí que le va a dar la máxima importancia y dedicación, por encima de cualquier otra actividad que no esté vinculada a su trabajo, como puede llegar a ser el golf, viajes de negocios, cenas y eventos diversos. Todos justifican su dedicación y presencia, en cambio lo demás es una pérdida de tiempo o de una oportunidad de aprovecharlo productivamente.
Para el “workoholic”, ¿dónde quedan su familia y sus amigos?
Un síntoma muy característico de los "workoholic" es que sus familiares y amigos notan su ausencia y desinterés en convivir con ellos y en cambio un sustancial aumento en su interés y esfuerzo por su trabajo. Este cambio llega incluso a afectar a sus horas de sueño, altera sus horarios de alimentación y hasta cancela las actividades deportivas. Y todo porque se tiene que ir a trabajar.
Por un lado, llegan a padecer de perfeccionismo en esa área de su vida, pero por el otro alcanzan un marcado descuido y desdén en otras. Se obsesionan por sacar bien su trabajo y quedar bien con los clientes o los superiores, según sea el caso. Pero no son capaces de aplicar los mismos criterios, de responsabilidad y cumplimiento con sus familiares y amigos. Temen quedar mal en su mundo laboral y de plano no les importa que eso se produzca en relación con los demás.
Justifican sus ausencias con gran facilidad en el mundo familiar, pero temen tremendamente fallar en su trabajo con la idea de que lo pueden perder. Su dependencia los puede llevar a consumir demasiados fármacos, exceso de café y dormir poco y mal. Porque en vez de descansar, le están dando vueltas a los asuntos, cuando en realidad deberían descansar. Esto los impulsa a no tomar vacaciones y a saber lo que verdaderamente es descansar.
Cómo se puede prevenir y remediar la adicción al trabajo
Es parte de una cultura laboral muy absorbente y demandante. Esto no colabora a que los empleados, sobre todo los de confianza, tengan un mayor equilibrio entre el mundo laboral y su relaciones familiares y personales.
Se necesita promover un criterio de eficiencia en las horas de trabajo y trasmitir que se hace lo que se puede en cada jornada y que lo que no se logró, se puede continuar al día siguiente, sin problema alguno.
Hay que ayudarles a que comprendan la importancia de cuidarse a sí mismos y a estar atentos a su bienestar y salud, para no enfocarse en exceso en solo su trabajo y los beneficios que se obtienen de él.
Es importante que sean capaces de ver también que hay muchas otras fuentes de satisfacción, y no solo su trabajo y el dinero o prestigio que les puede dar.
Es importante también que aprendan a reducir y a limitar los excesos de horas laborales que ejecutan. Para que aprendan a que ellos deben dominar el tiempo y no que el tiempo los domine a ellos, tal y como pasa con el alcohol, las drogas, el juego o los alimentos.
Necesitan replantearse su visión de la vida y reestructurar sus conceptos, para no estar tan anclados en el dinero y lo que se tiene o puede hacer con él, para que valoren más la armonía y el equilibrio en la diversidad de actividades que ofrece la vida.
Estas actividades pueden ser muy variadas, desde la cultura a los deportes, las artes y otras acciones que no necesariamente tengan que ver con ganar dinero o estar tan apasionados solo con lo que les gusta hacer.
Trabajar es maravilloso y hacerlo con pasión es increíble, pero todo en exceso nos conduce a tener más problemas y dificultades, y de eso no se trata la vida.