Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El papa Francisco ha autorizado la divulgación de una norma que facilita a los empleados del Vaticano obtener permisos de paternidad.
La iniciativa ha sido pensada para facilitar a las familias. Informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede este 1 de marzo de 2022.
En efecto, los permisos de paternidad son una conquista social en muchos países de Europa.
La Iglesia siempre ha sostenido los beneficios de la paternidad responsable en el crecimiento de los hijos y del fortalecimiento del entero núcleo.
El Papa latinoamericano que ha dedicado un ciclo de catequesis a la figura de san José, ahora moderniza la legislación vaticana para apoyar a los padres en su papel.
El cardenal Pietro Parolin ha divulgado la decisión. Además, recuerda que ésta nace tras una audiencia privada con el Sucesor de Pedro que tuvo lugar el pasado 13 de diciembre de 2021.
Cabe decir, que unos días después de esa reunión, el Papa aseguró a sus empleados que "nadie perdería su puesto de trabajo".
Promesa que el Papa ha mantenido a favor de las familias y reiterada en los acostumbrados saludos navideños de 2021.
También el Vaticano ha sufrido la crisis económica a causa de la pandemia. El cierre temporal a los visitantes de su mayor fuente de ingresos ha pesado en ello.
Los Museos Vaticanos recibían anualmente 4,3 millones de visitantes. La Santa Sede prevé para 2022 un déficit de 33 millones.
Volviendo al tema, la duración del permiso de paternidad en varios países europeos es de 16 semanas, tras sucesivas mejoras en los últimos años.
Ahora los trabajadores del Vaticano tendrán derecho a tres días de permiso retribuido con motivo del nacimiento de un hijo.
A partir de 1 de marzo, el permiso de paternidad es una realidad para los empleados vaticanos ; desde administrativos hasta cocineros, personal de servicio y jardineros.
El Texto consolidado de las disposiciones sobre bienestar de la familia indica:
Papa Bergoglio acostumbra a preguntar a los padres de familia en el confesionario: ¿cuántas horas juegan con sus hijos?; igualmente, si suelen “perder tiempo” con los más pequeños de la casa.
En suma, consecuentemente, así ha mejorado, de alguna manera, las condiciones de los padres de familia dentro del Vaticano.
