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En Chile existen varios monasterios femeninos contemplativos. Precisamente se encuentran en la ciudad de Santiago de Chile. Fueron fundados en la época colonial, hacia el 1800.
La capital contaba con 7 claustros (dos clarianos, dos carmelitas, un agustino, un capuchino y un dominico, pero actualmente son cinco (un clariano, dos carmelitas, un agustino y un capuchino).
"Mano de monja"
De acuerdo con la historia culinaria chilena, se dice que quien impulsaron el desarrollo de la repostería en los siglos XVII y XVIII fue la llamada “mano de monja”, prueba que se conserva en los documentos y crónicas de los archivos conventuales.
En esa época era común que las monjas elaboraran distintos tipos de dulces para agasajar a las autoridades y bienhechores del convento, así como también para disfrutar ellas en fiestas como la Pascua de Resurrección o Navidad, entre otras.
Actualmente la elaboración de dulces forma parte de su labor como sustento para el convento y sus delicias se pueden conseguir en los propios monasterios o visitando la página web donde se difunde el patrimonio culinario de los monasterios femeninos de Santiago. Puedes clicar aquí para verla.
Estas religiosas reposteras nos recomiendan algunas especias que no pueden faltar en nuestra alacena si queremos elaborar una preparación dulce como masas, postres, repostería. Algunas se pueden usar también en platos salados.
Las especias recomendadas por las monjas para repostería
Hay muchas especias utilizadas comúnmente en recetas dulces, que ayudan a dar vida a cualquier preparación. Por supuesto que están las más conocidas como la vainilla, el jengibre en polvo o la canela, pero hay otras que también ayudan a mejorar postres, panes, y dulces.
Achiote
El achiote es un condimento que procede de las semillas de la planta de la especie Bixa orellana, conocido también como annatto, bixina u onoto según el país.
Es una planta tropical, usada incluso por antiguas civilizaciones como los mayas o aztecas para teñir textiles o en ritos religiosos. Actualmente es muy utilizada en Latinoamérica en distintos platos salados y dulces especialmente como colorante natural.
A pesar de que no tiene contraindicaciones no se recomienda su uso en personas alérgicas, y su ingesta máxima es de 6 mg por cada kilo de peso corporal para evitar riesgo de toxicidad (valor al que es muy difícil llegar).
Esta semilla es de color rojizo, presenta una forma piramidal y tiene aspecto de piedritas, su aroma es ligeramente ahumado y su sabor tiene un punto picante ligero.
Estas cualidades organolépticas hacen que sea una de las especias recomendadas para saborizar distintos platos y realzar el sabor de las comidas principalmente en personas que deben consumir poco o nada de sal (hipertensos por ejemplo).
Se la puede encontrar en el mercado en polvo o en semillas para moler o hacer aceite de achiote. Tiene distintos usos culinarios ya que sirve para enriquecer guisos y sopas, pero también es adecuada para elaborar marinadas. Con ella se puede dar color a bebidas, postres lácteos y chocolate, o color amarillo/ anaranjado natural a masas de pan, pasteles, reposteria.
Canela
La canela es una especia originaria del Sur de India y Sri Lanka pero hoy se cultiva en Brasil, Birmania, Indonesia, Indias occidentales e islas del océano Pacífico. La podemos encontrar en dos variedades principales: la canela de Ceilán, conocida también como canela “verdadera”; y la canela de Cassia o china que es la más común en la actualidad, que es muy similar.
Es una especia beneficiosa para la salud, ya que tiene entre sus componentes calcio y hierro y además es antioxidante. Tiene efecto antidiabético, combate infecciones respiratorias, es digestiva y más.
Puedes leer más sobre la canela y sus beneficios aquí:
En la gastronomía se recurre mucho a esta especia en polvo tanto para la elaboración de platos salados como dulces, pero es especialmente valorada en repostería y panadería, en tartas, bizcochos, arroz con leche, postres con chocolate, peras a la canela y natillas, entre otros.
Pero también la podemos encontrar en rama, y en este caso es útil para aromatizar bebidas como por ejemplo la sidra, cerveza, vinos e infusiones como el té.
Clavo de olor
El clavo de olor es una de las especias que, junto a la canela y la nuez moscada, conforman las “especias de la alegría”. Se trata de un preparado con estas 3 especias que santa Hildegarda de Bingen (monja benedictina de la Alemania del siglo XII y doctora de la Iglesia), recomienda en sus libros. Asegura que si se perfuma recetas con alguna de ellas, nuestro corazón se llenará de alegría. Y, afirma, la alegría es el camino a una alimentación más sana.
El clavo de olor es una flor muy aromática, que además tiene valor nutricional. Contiene calcio, potasio, magnesio, fósforo y en menor medida hierro y sodio. También el clavo de olor es rico en fibra y fitoesteroles. Alguna de las propiedades que se destaca es que es carminativo, es decir, ayuda a reducir los gases intestinales y otros problemas del aparato digestivo.
Anís
El anís es una hierba originaria del Asia sudoccidental y la cuenca mediterránea oriental. Tradicionalmente el anís se ha empleado en la gastronomía como condimento potenciador de sabor. También como aroma en panadería y repostería, en licores, platos de mariscos y postres, así como también en infusiones.
Es una especia que brinda múltiples beneficios a la salud. Tiene propiedad digestiva, reduce la formación de gases y flatulencias, alivia dolores de estómago y cólicos. Además estimula el apetito y mejora la digestión.
Una infusión de anís estrellado ayuda a mejorar la salud abdominal.
Además es un muy buen antioxidante, es rico en calcio, hierro, cobre, potasio, manganeso, zinc y magnesio.
Pimienta
La pimienta es otra de las especias más empleadas en la gastronomía para mejorar el sabor de los platillos.
Es cultivada en India y en los países del sudeste asiático. La especie más conocida es la piper nigrum, de la cual se extrae la pimienta negra, blanca y verde (según sus diferentes grados de maduración).
La pimienta verde es la menos intensa, pero muy aromática y se la puede encontrar seca o en salmuera. Se recomienda utilizar en platos de carnes blancas y con pescado magro.
Pimienta negra: tiene un picor medio, no es tan intensa en sabor, que al igual que la pimienta verde no ha madurado del todo.
La pimienta roja, al contrario de las anteriores, es un grano verde que ha madurado por completo, por lo que presenta un sabor más intenso.
La pimienta blanca, aunque no parezca, es la pimienta más intensa, por lo que se recomienda para usar en carne a la parrilla por ejemplo.
Santa Hildegarda de Bingen decía que la pimienta era muy buena para estimular el apetito, pero tiene otras virtudes caloríficas, pépticas y diaforéticas. Además, se recomienda en los espasmos febriles y en las afecciones respiratorias. Contiene vitaminas, potasio, magnesio, calcio, zinc, hierro, proteínas y fibra.