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“Imágenes que rompen los ojos (y el corazón)”, fue el titular de Aleteia para contar lo sucedido el pasado 28 de marzo cuando el sagrario el Santuario de Lourdes en Santiago fuera profanado.
No obstante, con respecto al verdadero impacto del robo de copones y el lanzamiento de hostias a la calle, el encargado de comentarlo fue el vocero del Arzobispado de Santiago, el padre Andrés Moro, quien dijo lo siguiente:
“Todo asalto a un domicilio, a una comunidad, es siempre doloroso, pero cuando también se atenta contra lo más propio de la fe cristiana, que es el Señor presente en su Cuerpo y Sangre en el Sagrario de una Iglesia o de una capilla, se está dañando la fe profunda de la comunidad”.
“La Iglesia técnicamente considera un sacrilegio cuando se ofende a Dios a través de un acto contra el culto, contra la imagen del Señor o de los santos, o también cuando se daña a la persona humana”, prosiguió Moro, tal cual reproduce la Iglesia de Santiago.
Misa de desagravio
Es por todo esto que el miércoles 30 de marzo, ante la gravedad de lo sucedido, el cardenal Celestino Aós presidió una oración de desagravio en la gruta de Lourdes. Lo acompañaron en la misa de desagravio los obispos auxiliares de Santiago.
Sin embargo, también se hizo énfasis en que con esta ceremonia no se ha buscado condenar a los responsables.
“Nosotros no hacemos esta misa para pedir la condena a la persona, eso Dios tendrá que hacerlo con cada conciencia, queremos pedir por la intercesión de esa persona, para que pueda arrepentirse y no volver a cometer estos actos de sacrilegio y de robo”, aclaró Moro.
Un mensaje sentido del párroco
“Les comparto la triste y dolorosa noticia que hemos vivido hoy en la Gruta de Lourdes, en las horas del día de hoy”, había expresado el padre Pedro Pedraza, rector del santuario. Lo había hecho a través de un comunicado difundido a pocas horas de los hechos .
En ese emotivo mensaje, Pedraza también hacía referencia a lo lamentable del hecho y al clamor de misericordia. Tras lo cual continuó con una potente reflexión: