Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Los legisladores de Oklahoma han aprobado una de las restricciones del aborto más estrictas de Estados Unidos. Sigue adelante así la tendencia pro-vida antes de que se produzca una decisión esperada de la Corte Suprema esta primavera; ésta podría revertir severamente Roe v. Wade (la histórica sentencia que legitimó el aborto en los EE.UU.), o incluso anularla.
Los legisladores de la ciudad de Oklahoma aprobaron un proyecto de ley que prohibiría los abortos excepto en casos de emergencias médicas. Las sanciones para los infractores incluyen multas de hasta $100,000 y hasta 10 años de prisión.
La Cámara de Oklahoma aprobó el proyecto de ley con 70 votos a favor y 14 en contra. Ya había sido aprobado por el Senado el año pasado. El gobernador, Kevin Stitt, ha indicado su voluntad de firmar dicha legislación. Su oficina dijo que Stitt se comprometió en septiembre a firmar "toda legislación pro-vida" que llegara a su escritorio.
La promulgación del proyecto de ley afectaría a las mujeres que han estado viajando al estado de Sooner para abortar desde Texas; este estado aprobó el año pasado una ley que limita severamente los abortos; y permite que cualquier ciudadano privado demande a cualquiera que haya proporcionado o facilitado un aborto ilegal. Tras varias apelaciones en la Corte Suprema, la ley se mantiene vigente desde septiembre pasado.
Una prohibición diferente de la de Oklahoma, que no ha llegado tan lejos como la aprobada el martes y ahora se dirige al escritorio del gobernador, permitiría de manera similar a los ciudadanos hacer cumplir la ley.
Asimismo, en marzo, el gobernador de Idaho, Brad Little, firmó un proyecto de ley que permite a los familiares de un niño abortado demandar a los proveedores que realizan abortos después de las seis semanas de gestación.
El representante Jim Olsen, republicano y autor del nuevo proyecto de ley de Oklahoma, dijo que la medida se promulgó anticipándose a la decisión de la Corte Suprema Dobbs v. Jackson Women's Health Organization, sobre una ley que prohíbe los abortos después de las 15 semanas de gestación.
"Obviamente, estoy emocionado porque tenemos el potencial de salvar muchas vidas de bebés; parte de eso depende de futuros fallos judiciales", como el del caso Dobbs, dijo Olsen al New York Times.
Por su parte, Tamya Cox-Toure, directora de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Oklahoma, dijo en un comunicado: "Estos proyectos de ley dañinos son un recordatorio alarmante de que los días de acceso al aborto seguro y legal pueden estar contados, y debemos continuar luchando para garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención médica esencial que necesitan, incluido el aborto".
Colorado
Así como varios estados ahora tienen leyes pro-vida en los libros, o han aprobado proyectos de ley a punto de entrar en vigor, otros 15 estados y el Distrito de Columbia han ido en dirección contraria. Han aprobado leyes que garantizan que el aborto sigue siendo legal allí, sin importar cuál sea el resultado final en la Corte Suprema esta primavera. El lunes, Colorado se convirtió en el último estado de este tipo.
La Ley de Equidad en Salud Reproductiva del Estado del Centenario afirma que las mujeres embarazadas en Colorado tienen derecho a continuar un embarazo y dar a luz o abortar, e impide que las entidades públicas nieguen o restrinjan ese derecho.
"En el estado de Colorado, la decisión seria de iniciar o terminar un embarazo con asistencia médica permanecerá entre una persona, su médico y su fe". Lo dijo el gobernador Jared Polis en un comunicado después de promulgar el proyecto de ley.
