Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Tiempo libre para otros
Juan estudia ingeniería industrial. Eduardo, psicología. Ambos son universitarios en Madrid, pero los fines de semana hacen un parón en sus estudios. Mientras otros aprovechan su tiempo libre para actividades de ocio, ellos son voluntarios.
Se ponen el mono de trabajo, cogen la brocha, la cinta de carrocero, la pintura… y manos a la obra: “Ayudas a otros, pero también te ayudas a ti, y eso te va a enriqueces muchísimo” nos comenta uno de ellos; el otro apostilla: “No sólo es que la pintes, les haces compañía y eso no se paga”.
Pintando para otros
Como ellos, hasta 400 jóvenes participan en la campaña “Painting for Others” de la ONG Cooperación Internacional. Como dicen desde la organización “los voluntarios visitan las casas y con brocha y pintura arreglan las paredes. No hace falta que sean pintores profesionales, lo importante es que pongan ganas y corazón”. Tampoco se pide que sean profesionales. Eso sí, se crean grupos de jóvenes a los que se imparte formación para que hagan esa labor con la mayor profesionalidad posible “y les sirva para ayudar a enfrentarse con las necesidades ajenas”.
Todos salen ganando
Se trata pues de un proyecto en el que “la rehabilitación va de la mano de la compañía y de la sensibilización”. Muchos de los que se benefician de esta ayuda son personas que viven solas. Estos jóvenes llenan de alegría sus casas. Al final, ganan todos. Lo reconoce una de las voluntarias, con una sonrisa mientas en la otra sujeta el rodillo: “Estoy ayudando a alguien que realmente lo necesita, me gusta”.
Personas con necesidades
Javier vive sólo y tiene movilidad reducida. Reconoce que ya no puede hacer arreglos en casa: “Me ha venido al pelo, un regalo que ayuden”. Junto a él, uno de los voluntarios dice: “No es lo mismo levantarte y ver tu pared marrón o llena de polvo a levantarte y ver de repente que tu casa es blanca”. La casa de Javier se ha llenado de pintura y de vitalidad. Jóvenes con mono y camisetas con lemas como ‘Painting for others” o ‘Vale la Pena’ le han cambiado la cara al piso.
Ayuda de empresas
Cooperación lleva 25 años con este proyecto. Por un lado, la mano de obra la ponen los voluntarios. Algunas empresas ayudan con el material. Las donaciones particulares también son esenciales (www.ciong.org). En lo que va de año han pintado 30 viviendas sólo en Madrid. Pero también funcionan en otras 17 ciudades española. Más de ocho mil jóvenes han participado en el proyecto desde sus inicios.