Steph Curry a menudo se clasifica como uno de los mejores bases de todos los tiempos. Y con una altura de 6'2″ (1,87 metros), el jugador de los Golden State Warriors también es ampliamente reconocido fuera de la cancha por su profunda fe cristiana, así como por sus impresionantes obras de caridad.
Sin embargo, hace 34 años, la madre de Curry, Sonya, estuvo a punto de abortar a su hijo. En su libro, Fierce Love: A Memoir of Family, Faith, and Purpose, esta madre de tres hijos explicó que después de haber tenido un aborto mientras estaba en la escuela secundaria, se encontró embarazada nuevamente.
Cuando estaba a punto de ingresar a una clínica de Planned Parenthood , sintió que el Espíritu Santo intervino, según un informe en Daily Citizen:
“Dios tenía un plan para ese niño. Esteph podía no haber existido. Si hubiera pasado por eso, Wardell Stephen Curry II no habría existido”.
También se podría decir que ciertamente Dios también tenía un plan para Sonya. A través de su propia experiencia, la madre de la estrella del baloncesto ahora ha podido compartir su historia con muchas otras personas y tal vez inspirarlas también en las decisiones difíciles de la vida.
Como compartió con People, “escribí Fierce Love para compartir mi historia, mi testimonio y mi experiencia para que otros puedan encontrar fuerza y propósito en sus propios viajes. Quiero animar a otros a orar continuamente, vivir intencionalmente, amar ferozmente y reír todos los días”.
Y gracias a su decisión de seguir el camino de Dios, Sonya ha bendecido el mundo del baloncesto con un verdadero héroe deportivo y le ha enseñado los fundamentos de la vida. Como compartió Curry: “Desde el principio, mi mamá ha sido una roca de aliento, fe, disciplina y gratitud para mí y para mis hermanos”.
El gesto que hace en la cancha
Esta fe ha sido vital para Curry, y es algo que está más que feliz de expresar. De hecho, al ser galardonado con el MVP en 2014, Curry explicó el gesto de celebración que usa en la cancha, según lo compartido por Christianity Today :
“Me golpeo el pecho y señalo el cielo, simboliza que tengo un corazón para Dios, algo que se nos ocurrió a mi mamá y a mí en la universidad. Lo hago cada vez que piso la cancha como un recordatorio de para quién estoy jugando. La gente debería saber a quién represento y por qué soy quien soy, y eso es por mi Señor y salvador”.
Esteph, padre de tres, también comparte su amor por Dios físicamente, con un tatuaje en sus muñecas con las palabras de Corintios 13:8 que dicen “El amor nunca falla” en hebreo. También tiene algunas citas en sus zapatos de baloncesto "Curry One" que tienen "4:13", en referencia a Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
Curry también es un hombre que pone en práctica su fe y está involucrado en numerosas causas benéficas, incluido el pago de deudas universitarias y la creación de una fundación con su esposa, Ayesha, que tiene como objetivo acabar con el hambre infantil y brindar oportunidades educativas y lugares seguros para que jueguen los niños.
Es increíble que hace más de 34 años su madre era una mujer joven a punto de tomar una decisión que cambiaría su vida. Afortunadamente, encontró la fuerza para escuchar a Dios y dar un salto de fe.