En una homilía sobre el matrimonio, compartió algunos de los consejos más sabios que he escuchado sobre la vida matrimonial, y ahora siento que cada homilía para este sacramento debe incluir estos temas:
1El dolor es parte del matrimonio
"El matrimonio es un ministerio de ofensa", dijo el sacerdote.
La gente se rió incómodamente y luego explicó: "Dios nos da el matrimonio para que podamos ofendernos unos a otros y ser humildes y perdonar".
Me tomó 30 años aprenderlo, pero es totalmente cierto. Los errores matrimoniales no son un desafortunado obstáculo ocasional para el verdadero fin del matrimonio, que es la paz y la armonía; son la clave de la vida para los dos.
Nuestras carencias y defectos destruyen el egoísmo de cada uno, y nos obligan a amar como Jesús ama, sacrificándonos por una persona que no es perfecta.
"Habrá malentendidos, discusiones, problemas, sentimientos heridos y palabras duras", dijo.
"Estas diferencias pueden arruinar o destruir tu amor, o fortalecerlo y profundizarlo. Si te reconcilias rápido, si sanas tus heridas rápidamente, tu amor se elevará a un nuevo nivel y tu alegría aumentará".
2El papel de los padres de los cónyuges es menor de lo que creen
"Para los padres de los novios: el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su novia. Deja de lado todo apego a tu hijo o hija", dijo. "Aconseja, pero no interfieras".
Estaré eternamente agradecido por los consejos que mis padres y suegros nos han brindado, pero estoy aún más agradecido por los que no han dado. Mis padres, maestros de escuelas públicas, probablemente dudaron de la efectividad de mis métodos de educación en el hogar, pero nunca lo dijeron.
Mi suegro, un experto en impuestos, me ofreció consejos muy útiles, pero nunca insistió ni interfirió en mis métodos de "planificación financiera natural".
Todos conocemos ejemplos de cómo los consejos de los padres resultan contraproducentes, desde las opiniones sobre pañales y normas de limpieza hasta cómo cocinar papas.
3El papel de la comunidad en la vida de las parejas es mayor de lo que pensamos
"Para todos nosotros: nuestra presencia aquí los ayudará a crecer y no a destruirlos", dijo. "A veces destruimos los matrimonios de las personas" con malos testimonios y chismes dañinos.
El ser humano está programado para vivir en comunidad. La gente imita lo que ve. Si estamos rodeados de un ambiente positivo, mejoramos. Si estamos rodeados de un ambiente negativo, empeoramos. Nuestra fidelidad a nuestros votos matrimoniales ayuda a los que no son fieles. Nuestra infidelidad les hace daño.
4En pareja como los discípulos
"Cuando Jesús envió a sus apóstoles a proclamar la Buena Noticia, los envió de dos en dos. Por el sacramento del matrimonio sois también enviados de dos en dos a predicar el Evangelio y a testimoniarlo con vuestra vida".
Me encanta esta forma de pensar en mi matrimonio: los dos yendo juntos, pequeños en comparación con el mundo, pero fuertes con Cristo en el sacramento.