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En 2022 se cumplen 137 años de la llegada de la imagen de San Cono la ciudad de Florida, una localidad ubicada a poco menos de 100 kilómetros de la capital Montevideo. Y es cada 3 de junio que desde hace mucho tiempo Florida se transforma en epicentro de religiosidad popular en uno de los países más laicos de América Latina.
La pandemia del coronavirus había postergado las grandes celebraciones masivas en Florida. Sin embargo, este año la fiesta regresaba con gran fuerza a través de la procesión del santo por la ciudad, la visita a la capilla y celebraciones religiosas.
El lugar suele llenarse de fieles provenientes desde varios puntos del país (también desde el exterior). Para muchos esta fiesta es sinónimo de “buena suerte”, pues el santo suele despertar especial cariño entre “quinieleros”. Pero también en personas con diversas necesidades y hasta famosos jugadores de fútbol que lo visitan para agradecerle.
Quizás uno de los ejemplos recientes más recordados, en cuanto al deporte refiere, ha sido el de José María Giménez (Atlético Madrid), quien luego del Mundial de Rusia 2018 (Uruguay quedó eliminado en cuartos de final con el campeón Francia) cumplió su promesa de visitar la capilla de San Cono, agradecerle por el digno desempeño y dejarle la camiseta de la selección uruguaya firmada que rezaba: “¡Para San Cono, Gracias!”.
Varios proyectos en torno a San Cono
Es por todo esto que en Uruguay también se empezó a visualizar la importancia de revitalizar la fiesta de San Cono. Esto de la mano de una proyección de actividades turísticas.
“San Cono es una fiesta religiosa para los miles de creyentes que realizan la peregrinación, pero también una gran fiesta popular más allá del credo religioso, con un gran valor histórico, patrimonial y turístico. En este sentido, es una excelente alternativa de paseo y para conocer nuestras raíces en donde toda la ciudad se viste de gala y refuerza sus propuestas de interés cultural y turístico para recibir a los visitantes”, expresó el ministro de Turismo de Uruguay, Tabaré Viera, tal cual reproduce el sitio web del propio ministerio.
Quien también se expresó fue uno de los integrantes de la comisión organizadora de la fiesta, Fabio Ragone. “La celebración de San Cono es mucho más que un evento religioso. Es una fiesta con alto valor cultural y antropológico para el país”, indicó.
El futuro de la fiesta de San Cono
Con respecto al futuro de esta fiesta, según prosigue el Ministerio de Turismo, entre las ideas para seguir trabajando en ediciones futuras está la de la “recuperación de aspectos folclóricos”, por ejemplo, “volver a utilizar la luminaria que se utilizaba en la antigüedad durante la procesión o la puesta en valor del museo de las promesas”.
“Existen más de 1000 camisetas de jugadores devotos de San Cono. Imaginen el potencial que hay para desarrollar una sala en torno al fútbol y San Cono”, agregó.
Por último, se indicó que también se está trabajando en un tour internacional que implica la visita de diversas ciudades con San Cono como eje temático. En ese sentido, también se recuerda que hay varias celebraciones vinculada a San Cono en países diversos como Canadá, Estados Unidos, Venezuela y Argentina, entre otros.
¿Quién es San Cono y por qué despierta tanta devoción?
La popularidad de este santo -nacido en el el Siglo XlI en un pequeño pueblo de la provincia de Salerno, Italia, llamado Teggiano- proviene de ser considerado el patrono de los “quinieleros” (en alusión a la quiniela, juego similar a la lotería) e invocado para tener suerte en todos los juegos de azar y la obtención de dinero, según reseña la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU).
Es gracias a esto que en esa zona de Florida donde está la capilla son innumerables los testimonios de gratitud y muchos de ellos hasta curiosos. Por ejemplo, los devotos le han dejado escritos, cuadros, bicicletas, motonetas, trajes de novia, etcétera. A esto se suma el gesto de famosos deportistas, como el de “Josema” con su camiseta.
“Su padre pertenecía a la familia Indelli, de buena situación social y sólida posición económica. Su madre se llamaba Igniva. Ambos de edad avanzada y sin hijos, pedía a Dios esta gracia. Una noche, tuvieron un mismo sueño. Les pareció que ‘brotaba del seno de la madre, una gran llama de extraordinario resplandor’. Consultado el señor cura párroco, sobre el significado de la ‘visión’ aseguró que Igniva, concibiría y daría a luz un hijo, al que debía poner el nombre de Cono, quien con la santidad de su vida daría gloria a sus padres, y, a su pago natal, Teggiano. Meses después de esta visión, un niño llenó a la casa de llantos y alegría”, indica la reseña de la CEU sobre la figura de este santo.
“A los dieciocho años, la noche del 2 de junio, mientras cenaba, frugalmente, con los otros religiosos, una gran luz iluminó el refectorio y se oyó una voz que decía ´Cono esta noche serás llamado por Dios`», prosigue la reseña.
Murió un 3 de junio. Fue beatificado por el Papa Sixto V “canonizado” por el papa Pio IX el 27 de abril de 1872.
Una historia de inmigrantes italianos
El vínculo de San Cono con Uruguay se debe a los inmigrantes italianos provenientes de Diano-Teggiano en la localidad de Florida. Fue gracias a ellos que se iniciaron las gestiones para la conseguir una reproducción de la imagen de San Cono y construcción de una capilla, que comenzó en 1883.
Para estos inmigrantes San Cono estaba asociado, en tierra natal, a protector contra pestes, guerras y terremotos. Al inicio, a nivel local, reinaba la indiferencia hacia el santo recién llegado. Pero un movimiento sísmico, prosigue la reseña, generó pánico y fue interpretado como “castigo” del santo, algo que inmediatamente lo llevó a ganarse todos los respetos.
El 3 de junio de 1885 se dio la primera procesión en Florida. Con el correr de los años, y hasta ahora, la devoción es tan grande que jugar al número 3 está restringido por las agencias de loterías y quinielas. Pero miles de devotos prosiguen sorprendiendo año a año con las más diversas promesas y gestos de agradecimientos.