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Pensamos que las monjas de clausura están alejadas del mundo. Pero las que viven en el Real Monasterio de San Clemente de Sevilla, además de la oración, encontraron una forma muy particular de conectarse con el mundo exterior: los deliciosos dulces que han hecho felices durante años a pequeños y grandes.
Ahora, sin embargo, su fuente de subsistencia y este servicio a la comunidad local está en crisis.
Este Monasterio, que fue la primera fundación San Fernando III en la capital andaluza (1199-1252), sufre en estos momentos serios daños en la estructura, que impide que las monjas cistercienses vivir de su trabajo.
La hermana María Isabel, una de las religiosas de la comunidad de san Clemente, explica a Aleteia la importancia del trabajo para una comunidad contemplativa que vive el ora et labora.
"Con nuestro trabajo nos aseguramos un medio de vida, nos hacemos solidarias con los que subsisten de su trabajo, compartimos con los pobres – aclara –. Lo ofrecemos como un sacrificio de alabanza y de él salimos cansadas, pero con el corazón más ávido de nuestro trabajo interior: la palabra y la oración. San Bernardo decía que había aprendido más entre las hayas y abedules que en los libros".
Una comunidad internacional
La hermana María Isabel es una de las monjas colombianas de la comunidad. De hecho, San Clemente es una amalgama racial: las dieciocho monjas que viven en el monasterio son de países como Colombia, Guatemala, Venezuela, El Salvador y España.
Cinco nacionalidades unidas por un mismo carisma: el cisterciense, y una misma meta, seguir a Jesús.
Casi todas las religiosas jóvenes han descubierto su vocación a través del Camino Neocatecumenal.
Una fuente de ingresos truncada
En un principio, su tarea en el obrador se utilizaba poco, tan solo para los compromisos que tenía la comunidad. Pero, poco a poco, los deliciosos dulces producidos por estas religiosas fueron creando renombre y tuvieron que ponerse muy en serio en el tema pastelero.
De este modo, las religiosas encontraron un método de subsistencia económica para su comunidad.
Ahora bien, el monasterio de San Clemente, que manifiesta deficiencias estructurales importantes, sufrió recientemente el hundimiento del suelo, la caída de azulejos y de partes del techo, sólo en la zona del obrador, despensa, lavadero y la cocina. El resto del Convento, pese a su antigüedad y la falta de recursos está en perfectas condiciones.
Esta situación ha obligado a las religiosas a cerrar de manera provisional el obrador, hasta que se puedan realizar las obras necesarias para su reforma y consolidación. Su fuente de ingresos ha desaparecido.
"Ya hemos comenzado las obras en la zona de la cocina y del office; pero nos falta continuar estos trabajos en la despensa y obrador", explica la hermana María Isabel.
Creatividad monástica
Las religiosas no se quedan con los brazos cruzados ante las dificultades. Sor María Isabel nos cuenta: "el obrador es un aporte de dinero muy importante para nosotras. Ahora bien, en estos años, al tener que hacer una producción más reducida, nos hemos buscado otros oficios, como la decoración de velas, los bordados, los rosarios y la hospedería que gracias a Dios ya funciona".
"Ofrecemos el servicio de hospedería monástica, lugar propicio para pasar unos días de oración y retiro – revela sor María Isabel –. No encontrarás las atenciones y comodidades de un hotel, pero, si encontrarás un lugar de paz, de silencio, de encuentro contigo mismo, de Presencia de Dios".
Para alojarse en la hospedería, con seis habitaciones, situada en el mismo centro de Sevilla, es posible enviar un mensaje de correo electrónico a hospederiasanclemente@gmail.com
Cómo ayudar
Obviamente una hospedería tan sencilla no puede sustituir los ingresos económicos generados para las dieciocho religiosas.
"Para ello, les pedimos ayuda, pues necesitamos su colaboración para volver a tener un obrador. Muchísimas gracias a todos. Que Dios les bendiga", concluye sor María Isabel.
Es posible ayudar al Real Monasterio de San Clemente de Sevilla enviando un donativo a través de la página web de la Fundación DeClausura, indicando en el comentario que se destina a ese monasterio: https://declausura.org/donativos