La profesora María Nieves Tapia, argentina, quien es también directora de esta red, invitó al pontífice este miércoles, al final de la audiencia general en la plaza de San Pedro, a participar en el encuentro mundial de universidades en Roma, que se celebrará en octubre.
La profesora Tapia, conoce bien a Jorge Mario Bergoglio, pues en el pasado estuvo implicada como consejera en Educación en proyectos del gobierno argentino, que afectaban a la arquidiócesis de Buenos Aires cuando él era arzobispo.
El encuentro con el Papa
“Nos conocemos desde hace años --ha explicado a Aleteia la profesora--. Le he invitado a participar en el simposio que organizaremos en octubre, en el que participarán profesores y universitarios de todo el mundo, que hacen proyectos sociales en los que aplican el aprendizaje-servicio solidario, que han aprendido en sus universidades”.
“Le he dicho al Papa --sigue revelando--: ‘A usted le gusta el que los ancianos y los jóvenes estén juntos. Por eso, le quiero invitar a participar en este encuentro’. Me ha respondido: ‘tienes que pedírselo al prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación’. Yo le dije: ‘Ya lo he hecho’. Y me dijo: ‘Si, si, si’”.
La profesora Tapia recuerda que, cuando Bergoglio era su arzobispo, en una ocasión, fue a visitarle para pedirle consejo sobre un programa gubernamental.
“Él me dijo --recuerda--: ‘Mira, prefiero que los laicos vengan al confesonario si han hecho algo mal, que a la sacristía a pedir consejo”.
Institucionalizar el aprendizaje-servicio solidario
Según su fundadora, “Uniservitate tiene por objetivo generar un cambio sistémico en las Instituciones Católicas de Educación Superior a través de la institucionalización del aprendizaje-servicio solidario como una herramienta para lograr su misión de ofrecer una educación integral a las nuevas generaciones e involucrarlas en un compromiso activo con los problemas de nuestro tiempo”.
Uniservitate se ha integrado en el Pacto Mundial por la Educación, que el Papa ha lanzado, al que se han unido no solo instituciones católicas, sino también de otras religiones y de numerosos países.
La promoción de este Pacto fue confiada por el Papa al Dicasterio para la Cultura y la Educación, punto de referencia para 216 mil escuelas católicas, con más de 60 millones de alumnos, y 1.750 universidades católicas, con más de 11 millones de estudiantes.
Uniservitate, además, colabora activamente con la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC), con miembros en todos los continentes.
Uniservitate, proyecto que cuenta con la financiación de la Fundación Porticus, ha recogido en el ámbito católico la experiencia de 20 años que empezó en Buenos Aires la profesora María Nieves Tapia, esposa con dos hijos, que participa en el Movimiento de los Focolares, con la creación del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS).
Una respuesta al llamamiento de Francisco
Maria Nieves Tapia constata que esta iniciativa constituye una respuesta al llamamiento educativo que plantea este pontificado.
“El papa Francisco ha insistido mucho en los últimos años en la necesidad de la Iglesia de ‘salir a la periferia’ y ha pedido reiteradamente a las instituciones educativas que ofrezcan a sus estudiantes la oportunidad de involucrar ‘cabezas, manos y corazones’ en el abordaje de los desafíos y problemáticas que presentan las sociedades contemporáneas”, explica la profesora Tapia.
“Poniendo el foco en la transformación de las prácticas de la enseñanza en las universidades católicas, el aprendizaje-servicio solidario propone articular las actividades académicas con el compromiso social, fortaleciendo así la identidad espiritual de las instituciones católicas”, aclara su fundadora.
“Se trata, fundamentalmente, de involucrar a los jóvenes, en tanto agentes reales del cambio social, en la construcción de una sociedad más justa y solidaria, que exprese el mandato de la ‘civilización del amor’”, concluye la profesora Tapia.