separateurCreated with Sketch.

Se hace monja clarisa a los 30: “Tengo miedo, pero también confío en Dios”

suora clausura manduria

Michela Parabita.

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Gelsomino del Guercio - publicado el 16/07/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Michela está dispuesta a renunciar a todo para poseer "el todo que es Dios" cuando entre en el claustro.

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.

Deseo donar en 3 clics

El pasado 28 de junio, Michela Parabita, de 30 años, se unió a las Hermanas Clarisas en la ciudad de Manduria, en el sur de Italia. Hizo sus votos de pobreza, castidad y obediencia en la plaza pública, formalizando su petición de su primera profesión religiosa de votos temporales en presencia de los fieles de la localidad y del obispo de Oria (de la que forma parte Manduria), Mons. Vicente Pisanelli.

Para Parabita, natural de la cercana Crispiano que trabajaba como enfermera, la elección de ser monja de clausura es una vocación radical, una vida consagrada al silencio y la soledad, compartida por otras clarisas mandurianas, de las cuales unas 15 estuvieron presentes en la Concelebración. 

291219588_7851979451508878_1020893199857454989_n.jpg
Un momento de la concelebración.

Qué significa elegir la vida enclaustrada

Michela está dispuesta a renunciar a todo para poseer “el 'todo' que es Dios”, dijo el obispo Pisanelli. “Ella, la nueva monja, fue llamada por Dios para hablar a la humanidad y convertir los corazones”, informó La Voce della Manduria el pasado 30 de junio. 

“Sin olvidarse de uno mismo”

La hermana Michela dice que eligió ingresar en esta comunidad “porque me sentía como en casa”. “Lo tenía todo”, agrega a La Voce della Manduria, “y, sin embargo, me faltaba algo para dar plenitud a mi vida”. Para ella, la clausura es una respuesta, una seguridad, un don: significa “entregarse enteramente a Dios y a los demás”, prosiguió, “sin olvidarse de uno mismo”.

291208710_7851980301508793_5093047933403746442_n.jpg

“Sí, tengo miedo”

Para Michela Parabita, la elección de convertirse en monja de clausura fue un proceso cuesta arriba, requirió tiempo para comprender su significado y el significado de su vida, aunque todavía experimenta cierta inseguridad: “Sí, tengo miedo, pero también tengo mucho confianza en Dios sobre todo, y en los hombres.” Y confiesa valientemente el punto de vista de su familia: “No están muy de acuerdo (con mi decisión), pero cuando amas a una persona tratas de aceptarlo todo”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.