Del 26 de julio al 8 de agosto de 2022 tiene lugar la XV Conferencia de Lambeth, un acontecimiento de gran relevancia para el cristianismo a nivel global, ya que congrega a los obispos que pertenecen a la Comunión Anglicana, unos 650 que representan a millones de creyentes anglicanos y episcopalianos de 165 países del mundo.
¿Qué es la Comunión Anglicana?
La Comunión Anglicana es una federación de comunidades eclesiales del ámbito de la Reforma que se dio en el siglo XVI en las Islas Británicas, empezando por la importante Iglesia de Inglaterra y siguiendo por la Iglesia de Irlanda y la Iglesia Episcopal Escocesa, que cortaron sus lazos con la sede de Roma.
A diferencia de otras comunidades surgidas de la Reforma protestante, el anglicanismo conservó elementos eclesiales fundamentales, entre los que destaca el ministerio del episcopado. Por eso, cuando en los recién nacidos Estados Unidos de América se fundó una comunidad independiente de la Iglesia Anglicana, fue llamada Iglesia Episcopal.
Además, a lo largo de los siglos XVIII y XIX misioneros anglicanos y episcopalianos ampliaron la red de creyentes por todo el mundo, haciendo que surgieran nuevas iglesias autónomas en diversos países, e incluso algunas pequeñas comunidades nacionales fueron integrándose a esta federación internacional, la Comunión Anglicana, que es presidida por el líder de la Iglesia de Inglaterra, el arzobispo de Canterbury.
Actualmente se calcula que las comunidades eclesiales que integran la Comunión Anglicana reúnen a unos 80 millones de fieles que afirman conservar “la fe católica y apostólica”.
Defienden el llamado “Cuadrilátero de Lambeth” como base común de esa fe, y está formado por estos cuatro elementos: la Biblia, el Credo (el apostólico y el de Nicea), los sacramentos del bautismo y la cena del Señor, y el episcopado. Comparten como ritual principal el Libro de Oración Común (Book of Common Prayer).
En la Comunión Anglicana también ha habido y hay tensiones y desacuerdos en asuntos importantes, como el hecho de la ordenación sacerdotal y episcopal de mujeres, que algunas de sus comunidades no aceptan por suponer una ruptura con la lectura de la Sagrad Escritura a la luz de la Tradición de la Iglesia.
¿De dónde vienen estas reuniones?
Las Conferencias de Lambeth se llaman así porque la primera de ellas se celebró en 1867 en el Palacio de Lambeth, que es la residencia oficial del arzobispo de Canterbury en Londres. En aquel momento se vio la necesidad de un encuentro de los jerarcas anglicanos y episcopalianos de todo el mundo para crecer en comunión y hacer algunos acuerdos.
Participaron 76 obispos aquella primera vez. Desde entonces, se han celebrado aproximadamente cada 10 años, siempre convocadas por el máximo jerarca anglicano. La anterior a ésta se realizó en el año 2008, y estaba previsto que la XV se celebrara en 2020, pero la pandemia del COVID-19 hizo necesario posponerla.
Uno de los problemas principales de la Conferencia de Lambeth de 2008 fue la actitud crítica de algunos obispos africanos con la deriva de anglicanos y episcopalianos, y temas como la aceptación de las uniones de personas del mismo sexo han seguido siendo causas de división hasta ahora.
Así como las diversas comunidades eclesiales que integran la Comunión Anglicana suelen tener sínodos con capacidad legislativa y ejecutiva sobre sus respectivas vidas ordinarias, no es el caso de la Conferencia de Lambeth, que no tiene ese poder decisorio. No se trata de una especie de super-sínodo, sino que tiene un carácter más bien consultivo y de búsqueda de consensos. Los obispos de las diversas comunidades siguen teniendo su autonomía.
¿De qué van a hablar esta vez?
La XV Conferencia de Lambeth ha sido convocada por el actual arzobispo de Canterbury, Justin Welby. El lema elegido es el siguiente: “La Iglesia de Dios para el Mundo de Dios: caminar, escuchar y testificar juntos”. Según informan los propios organizadores, la reunión “explorará lo que significa para la Comunión Anglicana dar respuesta a las necesidades de un mundo del siglo XXI”.
Después de una fase preparatoria que comenzó en 2021 y que se ha realizado con reuniones y debates virtuales, la Conferencia propiamente dicha se celebra en tres sedes: la Universidad de Kent, la Catedral de Canterbury y el Palacio de Lambeth. “Para muchos de los obispos asistentes, esta es una oportunidad única de reunirse con sus homólogos de todo el mundo, aprender unos de otros y compartir sus experiencias ministeriales”, explican desde la Comunión Anglicana.
Después de haber dedicado tiempo a la oración, a la escucha de Dios y a la escucha de las comunidades que forman esta federación, la Conferencia de Lambeth “buscará discernir la voz de Dios para su Iglesia y acordará algunos compromisos en común para compartir con la Comunión Anglicana”. Algo que tendrá que aplicarse después, cuando los obispos sean enviados a sus comunidades respectivas.
Los temas concretos a tratar esta vez son: Misión y evangelización, Iglesia segura, Comunión, Reconciliación, Medio ambiente, Unidad cristiana, Relaciones interconfesionales y Discipulado. “También se analizarán temas más amplios, como la respuesta actual a un mundo cambiado por el COVID-19 y la relación de la Iglesia con el creciente papel de la ciencia y la tecnología en nuestras vidas”, aclaran.
Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal, una de las comunidades que pertenecen a la Comunión Anglicana, ha pedido a sus fieles que recen por la Conferencia de Lambeth y sus frutos.
En su perfil de Facebook la ha definido como “un momento muy importante para encontrar viejos y nuevos amigos entre los obispos participantes, una oportunidad para compartir mi experiencia episcopal, los proyectos de nuestra Iglesia y aprender de los demás obispos, estrechando lazos fraternales”.
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