"La puerta está abierta" a una posible renuncia, pero por el momento el Papa Francisco tiene la intención de continuar, incluidos los viajes internacionales. Lo confirmó él mismo durante la rueda de prensa que ofreció en el avión de regreso de Iqaluit a Roma, al final de su 37º viaje apostólico a Canadá, organizado del 24 al 30 de julio de 2022. Entre los otros temas tratados: la necesaria evolución de la moral y la "doctrina del descubrimiento", un tema doloroso para los aborígenes canadienses.
Al final de los seis días de travesía del Atlántico, durante los cuales se ha visto al Papa, de 85 años, utilizar una silla de ruedas y un ascensor, admitió que no creía poder "mantener el mismo ritmo de viaje que antes". "Creo que a mi edad, y con estas limitaciones, tengo que ahorrar un poco para poder servir a la Iglesia, o por el contrario pensar en la posibilidad de apartarme", añadió. "De momento, no cambia nada", aseguró el Papa, antes de contemporizar: "pero ya veremos lo que me dice la pierna".
Salud del Papa y nuevos viajes
El Obispo de Roma expresó su voluntad de realizar los viajes prometidos, especialmente a Ucrania, sin dar una fecha. También mencionó Kazajistán, "un viaje tranquilo, sin muchos desplazamientos", que podría tener lugar a mediados de septiembre de 2022 con motivo de un congreso de religiones. "Tengo que ir a Sudán del Sur, antes que al Congo, [...] luego al Congo, pero eso será el año que viene, porque es la temporada de lluvias", dijo. Dos destinos que el pontífice tuvo que cancelar a causa de su rodilla a principios de julio.
Aunque la cuestión de una posible dimisión ha surgido varias veces, el Papa aceptó que la puerta estaba "abierta", pero que aún no había pensado en hacerlo. Confió en que dejaría su decisión en manos de Dios: "Si el Señor te dice que continúes, continúa. Si el Señor te dice que te apartes, te apartas (...) El Señor puede decirme que renuncie, es el Señor el que manda".
Y una vez más, el Papa ha pospuesto la idea de operarse de la rodilla, por temor a las secuelas de la anestesia, ya que sufrió mucho con la de julio de 2021 para su operación de colon.
Doctrina del descubrimiento y genocidio
En su viaje a Canadá, que pretendía ser una peregrinación penitencial a los pueblos indígenas oprimidos en los internados, el Papa explicó que no había utilizado la palabra "genocidio" -esperada por muchos- porque "no se le había ocurrido". Pero "describí el genocidio, [...] lo condené", añadió, declarando, sin vacilar: "es verdad, es un genocidio".
Sobre la "Doctrina del Descubrimiento", que algunos indígenas piden a la Iglesia que derogue, el pontífice señaló que sigue siendo relevante en las "colonizaciones ideológicas de hoy". "Siempre ha existido este peligro. O mejor dicho, esa mentalidad de que somos superiores y que los indígenas no cuentan", lamentó, citando a los organismos internacionales que "ponen incluso condiciones legislativas y colonialistas" para conceder créditos a determinados países.
Sínodo alemán y la doctrina moral
El Papa Francisco también se refirió al reciente comunicado emitido por el Vaticano para replantear con firmeza el Camino Sinodal Alemán.
La nota fue hecha "por la Secretaría de Estado", dijo, después de que la falta de una firma, que el Papa calificó de "error burocrático", hubiera suscitado dudas. El sucesor de Pedro volvió a su carta escrita hace dos años: "He dicho todo lo que tenía que decir sobre el Camino Sinodal. No puedo decir más".
Anticoncepción
Por último, el Papa respondió a una pregunta sobre las actas de un congreso de la Academia Pontificia para la Vida, donde los teólogos habían planteado la posibilidad de la anticoncepción. "Debemos ser claros: quienes celebraron este congreso cumplieron con su deber porque buscaban avanzar en la doctrina", dijo.
Para el pontífice argentino, "el dogma, la moral, está siempre en un camino de desarrollo" y "el deber de los teólogos es la investigación, la reflexión teológica". Entonces, añadió, corresponderá al magisterio decir "no", y "ayudar a comprender los límites". De paso, el Papa apuntó a quienes "se llaman tradicionales, pero no lo son". Mientras que la tradición es "la fe viva de los muertos", estos "retrógrados" tienen "la fe muerta de los vivos", dijo.