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La reciente ola de calor paralizante en Europa provocó la muerte de más de 1.500 personas. También provocó algunos terribles incendios forestales que destruyeron miles de hectáreas de tierra.
Sin embargo, ha habido algunas historias increíbles de edificios religiosos que escaparon por poco de estos incendios mortales.
Con temperaturas que alcanzaron los 40 grados a finales de julio en Francia, algunas áreas quedaron vulnerables a los incendios forestales. Hace unos días, 1.500 hectáreas fueron consumidas por el fuego alrededor de la abadía de Saint-Michel de Frigolet.
Esta abadía del siglo XII, que se encuentra en la costa sur de Francia, es el hogar de la Orden de los Canónigos Regulares Premonstratenses, y recibe a peregrinos, así como a visitantes no religiosos, que desean un momento de descanso.
Con el incendio, los monjes tuvieron que huir de su hogar cuando el fuego se acercó rápidamente a sus muros.
Milagroso salvamento
Afortunadamente, los servicios de bomberos trabajaron sin descanso para salvar el lugar histórico que es rico en historia y arquitectura.
El portavoz de los sapeurs pompiers de France, el nombre dado a los servicios de bomberos franceses, publicó algunas fotografías aéreas tres días después del incendio que muestran no solo la gravedad del incendio, sino también lo cerca que estuvo la abadía de ser destruida:
Como puede verse, la abadía está dedicada al Arcángel San Miguel. Y este poderoso intercesor también parecía estar cerca en otro edificio religioso nombrado en su honor, al día siguiente, en la costa oeste de Francia.
Descrita como "casi milagrosa" por el periódico francés Ouest France, la capilla que se encuentra en la cima del Mont Saint-Michel de Brasparts estuvo peligrosamente cerca de ser envuelta en llamas el lunes por la noche si no hubiera sido por algunos vientos favorables… o tal vez el intercesión del santo patrón.
Como se puede ver en la llamativa imagen de abajo, las 1.700 hectáreas que rodean la capilla del siglo XVIII quedaron completamente destruidas por el fuego, pero gracias a los 260 bomberos que estuvieron trabajando, las llamas se extinguieron a apenas unos pocos metros del edificio.
Es cierto que los bomberos hicieron un trabajo increíble para mantener estos edificios históricos sanos y salvos (tal como lo hicieron con la Catedral de Notre Dame en París); pero quizás también uno de los arcángeles más poderosos les echara una pequeña mano...