La ciencia ya ha intentado asomarse, buscando no ser intrusiva, a la asombrosa y riquísima vida del ser humano cuando todavía está separado del mundo exterior por el cuerpo de su madre. Desde el principio, los fetos, de forma progresiva y cada vez más compleja, tienen diversas relaciones con el medio uterino, con su madre, con otras personas que interactúan con la madre y con su feto, y también consigo mismos.
Los bebés incluso aprenden la cadencia de su lengua materna mientras aún están en el útero. Practican la comprensión y el reconocimiento de sonidos, hasta el punto de que, después del nacimiento, pueden reconocer melodías que solo habían escuchado mientras aún estaban dentro del cuerpo de su madre.
Aprender a llorar y reír: los fundamentos
La ciencia ha descubierto que los bebés "practican" el llanto. De hecho, las investigaciones más recientes parecen confirmarlo. Un estudio de la Universidad de Durham ha observado que los bebés pueden hacer expresiones faciales en el segundo y tercer trimestre.
El estudio muestra cómo ciertas expresiones faciales relacionadas con el llanto y la risa son cada vez más comunes a medida que avanza el desarrollo fetal. Cuanto más avanza fisiológicamente el crecimiento de un bebé, más aumentan los movimientos faciales de lo que ellos llaman "gestalt de cara de llanto", desde el 0 % a las 24 semanas hasta el 42 % a las 35 semanas. Y durante el mismo período de tiempo, las expresiones faciales de "gestalt con cara de risa" aumentaron del 0 % al 35 %.
De hecho, todos los padres de bebés saben cuán claras e inequívocas son las expresiones de angustia o sufrimiento de sus pequeños (¡y cuánto pueden costar en términos de horas de sueño sacrificadas!). También han experimentado la alegría de ver la carita de su bebé iluminarse de la risa.
La autora de la investigación, Nadja Reissland, correlacionó estas observaciones con hitos del desarrollo fisiológico: si tales expresiones faltan parcial o totalmente, es una señal clara de que el desarrollo facial y general del niño no está en el rango normal.
Los hitos del desarrollo conducen a habilidades importantes
Este desarrollo de la capacidad de expresar tristeza o sufrimiento, así como la alegría antes del nacimiento, es vital precisamente porque nos permite tener relación con las voces del mundo en que nacemos. Gracias a la "habilidad" del llanto nos encontramos en condiciones de presentar nuestras necesidades primarias, y de expresar lo que nos agrada, inequívocamente, ya al nacer.
¿Cómo pueden los científicos saber cuándo un feto está llorando usando ultrasonido 4D?
No por el sonido del llanto o por las lágrimas, sino por ciertos movimientos y comportamientos enumerados en el estudio, como levantar la ceja interna, bajar la ceja, arrugar la nariz, movimientos del labio inferior, etc.
El niño, entonces, adquiere capacidades cada vez más complejas en cada etapa de su existencia prenatal, en preparación para su futuro fuera del útero. Sin embargo, mientras está en el útero, el bebé por nacer ya tiene un conjunto complejo de experiencias, positivas y negativas, que comienzan a construir su carácter e incluso su futura personalidad.
Cuanto más avanza la ciencia en el estudio cuidadoso de la vida intrauterina, más comprendemos, y debemos respetar imperativamente, el valor de cada persona desde el comienzo mismo de su existencia.