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Internet redescubre los Ejercicios Espirituales

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Jesus Colina - publicado el 27/08/22
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Entrevista con el padre Enrique Martín Baena, nuevo superior general de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, expertos en la predicación de esta práctica espiritual propuesta por san Ignacio de Loyola

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La ansiedad, la falta de sentido, la angustia, la soledad…, se están convirtiendo en un auténtico fenómeno social en la era de las redes sociales. En esta situación, los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola se convierten para muchas personas en una ayuda decisiva.

Esta es la experiencia que comparte en esta entrevista con Aleteia el padre Enrique Martín Baena, nuevo superior general de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, congregación religiosa compuesta por unos 140 sacerdotes y religiosos, cuya misión consiste prevalentemente en la predicación de los Ejercicios Espirituales.

Los Ejercicios Espirituales son una serie de meditaciones y contemplaciones (ejercicios), que buscan ayudar a descubrir la voluntad de Dios para la vida, discernir lo que Dios quiere de la persona, desearlo y elegirlo para sí misma.

Nuevas formas de Ejercicios Espirituales

Cuando san Ignacio concibió los Ejercicios Espirituales, pensó en un retiro de treinta días, en silencio y bajo la guía de un acompañante o director espiritual («el que da los ejercicios», según decía el santo vasco). 

Esta fórmula es imposible de vivir para la inmensa mayoría de personas con responsabilidades familiares o profesionales.  

Ahora bien, el padre Enrique aclara que esto no tiene por qué ser así: «Si algo tienen los Ejercicios Espirituales es su adaptabilidad». 

«San Ignacio de Loyola adaptaba los ejercicios a personas, circunstancias y tiempos…», aclara. «La adaptabilidad forma parte de la esencia de la propia experiencia de los ejercicios. Ciertamente, la experiencia genuinamente ignaciana es la de mes, pero en la Anotación 18 de los Ejercicios Espirituales, san Ignacio habla de otras modalidades como, por ejemplo, los “ejercicios leves”».

Ejercicios Espirituales de cinco días

En la segunda y tercera década del siglo XX, el fundador de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, el sacerdote Francisco de Paula Vallet (Barcelona, 1883 – Madrid, 1947), experimentó una irradiación evangelizadora sorprendente al proponer a los estudiantes Ejercicios Espirituales de cinco días. Fueron un éxito rotundo.

Su actual sucesor al frente de los cooperadores es el padre Enrique Martín Baena; nacido en 1972, predicador de Ejercicios y hasta ahora director de la Casa «Cristo Rey» de Ejercicios Espirituales en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Nos revela que ahora se pueden proponer nuevas fórmulas.

«Hoy día se dan ejercicios de fin de semana o aprovechando los puentes», añade el sacerdote, licenciado en teología dogmática y graduado en espiritualidad ignaciana (Máster ignatiana).

Ejercicios en la vida corriente

Están teniendo cada vez más aceptación los «ejercicios en la vida corriente». El padre Enrique explica esta fórmula: «personas que no disponen de tiempo para poder hacerlos de una manera intensiva, los hacen de manera más extensiva o prolongada en el tiempo». 

«Si algo tiene de bueno esta fórmula, que a nosotros nos está dando buenos resultados --confiesa el superior de los Cooperadores Parroquiales--, es que la persona no necesita salir de su vida ordinaria para hacer ejercicios. Al tiempo que vive, puede ir haciéndolos de manera muy sistemática, acompañada, pues todas las semanas tiene posibilidad de recibir dirección espiritual. En ese encuentro con el acompañador recibe nueva materia». 

«Con esta propuesta la persona aprende a discernir espiritualmente, al tiempo que va viviendo la vida ordinaria. Se logra una síntesis entre lo que es la vida, los acontecimientos de la vida, tras los cuales Dios nos habla, y la propia experiencia espiritual». 

«Estamos satisfechos con esta fórmula, que tiene también sus dificultades. Para una persona profesional, muy inserta en el mundo laboral, supone una disciplina que no siempre es fácil de mantener. Requiere, todos los días, un mínimo de media hora para tener un tiempo de oración personal, de examen y de discernimiento». 

Ejercicios Espirituales on-line

Durante el confinamiento provocado por la pandemia, los cooperadores parroquiales organizaron Ejercicios Espirituales en línea por Internet.

El padre Enrique reconoce: «fue muy sorprendente. Éramos muy escépticos, si soy honesto, porque una experiencia espiritual de alguna manera requiere presencialidad.  Por el principio de la Encarnación, ese sentido de lo concreto, de estar ante una persona a quien puedes mirar al rostro y a quien puedes acompañar”.  

El padre Enrique aclara que “acompañar” es una palabra que procede del latín, «cum-panis», que significa «comer pan juntos». En castellano se dice: «te acompaño en el sentimiento».

«Es muy bonita esa expresión, porque estés como estés --estés triste, estés alegre-- me siento a la mesa, como el pan contigo. Los Ejercicios Espirituales constituyen un acompañamiento», indica el sacerdote. 

«Ignacio los daba de forma personalizada, uno a uno, y él iba a la casa del sujeto que hacía ejercicios, el ejercitante, a dárselos de este modo. Hacerlos on-line nos parecía un modo desencarnado, distante, un poco artificial».

«Nuestra experiencia ha sido muy distinta. Ante todo, nos ha permitido llegar a personas que de otra forma no hubieran podido nunca acceder a hacer los Ejercicios Espirituales. Por otro lado, la grabación de las meditaciones de los Ejercicios ha permitido que esas personas puedan ir haciendo los Ejercicios al ritmo que su propia experiencia espiritual les exigía o les pedía». 

«Nos ha permitido ofrecer un acompañamiento espiritual virtual, a través de Internet; que ha sido mucho más fructífero y provechoso del que nos hubiéramos imaginado al principio. Por lo tanto, ha sido una bendición y nos hemos dado cuenta de que es un nuevo lenguaje, que hemos de tener muy muy en cuenta». 

«Evidentemente, no sustituye a la presencialidad. Yo creo que enriquece aún más esa modalidad de dar los ejercicios de forma personalizada. Es decir, que la personalización no se diluye en los ejercicios on-line, sino que yo creo que incluso lo puede hasta potenciar». 

Los Ejercicios Espirituales como misión

Los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, fueron fundados por el padre Vallet, sacerdote jesuita, en 1928, en Barcelona; con el objetivo de formar un grupo de sacerdotes que se dedicaran a la predicación y animación de Ejercicios Espirituales en las parroquias en el sentido más amplio de  la palabra (comunidades, movimientos, grupos cristianos, etc.).

A causa de la situación política española, la primera casa oficial de la congregación fue abierta en Salto (Uruguay). El padre Vallet estableció su residencia en Valence, Francia, en 1934. En esta ciudad nació la rama femenina de la congregación. La primera casa en territorio español se fundó en 1945, en Madrid.

El instituto religioso cuenta con diecinueve comunidades,​ presentes en Argentina, Chile, España, Francia, República Democrática del Congo, Suiza y Uruguay.

Si usted quiere vivir la experiencia de los Ejercicios Espirituales, puede pedir información a casacristorey@cpcr.es

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