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La primera circunnavegación del planeta tardó tres años y fue una empresa homérica. De 5 naos y unos 270 hombres, sólo retornó una nao medio desmantelada con 17 supervivientes; eso sí, cargada de especias hasta las escotas.
La gesta de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano se estudia en todos los libros de historia. Desde España, cruzando el Atlántico por el sur, hasta llegar al Pacífico por el estrecho que lleva el nombre del avezado navegante portugués; siguiendo por Guam, Filipinas, Molucas, Timor, doblando África por el temible cabo de Buena Esperanza, hasta Cabo Verde, y vuelva a casa.
Pero aunque fueran las motivaciones políticas y económicas las más importantes, esta empresa también marcó hitos en la historia del cristianismo, que merece la pena recordar.
Fue la expedición de Magallanes la que celebró la primera misa católica en dos países, Argentina y Chile. Fue también la primera vez que el cristianismo entraba en contacto con Filipinas y otros territorios de Asia. Y ese contacto tiene un nombre: Pedro de Valderrama. Siguiendo la narración del cronista de la expedición, el marino italiano Pigafetta, estos son los hechos más destacables...
Primeras misas en el cono sur
El 1 de abril de 1520, en lo que hoy es San Julián, improvisado puerto cerca del Río de la Plata, la tripulación de Magallanes celebró la primera misa en suelo argentino. Ese día era la Solemnidad del Domingo de Ramos. La presidió el padre Pedro de Valderrama, capellán de la expedición, el mismo sacerdote que celebraría las primeras misas en tierras chilenas y filipinas. El ecijano fue, por tanto el primer sacerdote católico en intentar dar la vuelta al mundo; viaje que no llegaría a completar.
De esa etapa del viaje consta también otra curiosidad: se les presentó un día en San Julián un hombretón enorme, a quien catalogaron como de la raza de los patagones. Después de trabar amistad con los marinos y de aprender algunas oraciones, el hombre pidió ser bautizado; y Valderrama le dio el sacramento, dándole el nombre de "Juan Gigante".
El cruce del Estrecho de Magallanes constituyó otro de los momentos espiritualmente relevantes de la expedición. Pensando que iban a naufragar sin remedio, todos quisieron confesarse y comulgar.
Sin embargo, la expedición logró salir a aguas del Pacífico y tocar tierra chilena. Y allí, el 11 de noviembre de 1520, fiesta de san Martín de Tours, se celebra la primera misa en esta tierra recién descubierta. Recordando la gesta, dijo el Papa Francisco: "Dios entró en Chile por el sur".
Apoteosis y muerte
Aún les tocaría vivir otros momentos impactantes. En Filipinas, a primeros de abril de 1521, tras su llegada a la isla de Cebú, en una emocionante ceremonia se hacen cristianos más de mil filipinos junto con sus soberanos. Para Magallanes y sus compañeros, su viaje también es de naturaleza espiritual, y no solo estratégica.
Parecía un milagro... pero no era más que el preludio de la tragedia. Tras la muerte de Magallanes en una batalla en Mactán, y después de otros episodios violentos en los que muere también el padre Valderrama, los españoles abandonan rápidamente Filipinas.
La evangelización no proseguirá hasta muchos años después. Pero corresponde a Magallanes y a Elcano haber traído por primera vez el cristianismo a la otra mitad del globo.