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“Permiten a mi hija mayor ser feliz en un anuncio, pero no a la pequeña por ser Down”

Isabel y Marta. La pequeña tiene síndrome de Down.

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Benito Rodríguez - publicado el 10/09/22
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Padres y madres de niños con Síndrome de Down están molestos por la censura en Francia de un spot en el que aparecían sonriendo personas con trisomía 21. Reivindican que estas personas con discapacidad hacen mejor a la sociedad y lamentan que coarten su libertad sólo para que no generen remordimientos en quienes han decidido abortar

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‘Libertad, Igualdad y Fraternidad’. Los valores que defiende la sociedad francesa difícilmente concuerdan con la polémica sobre el anuncio de niños sonriendo con síndrome de Down censurado en Francia. Ahora, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha inadmitido el recurso. El spot muestra cómo personas con este síndrome pueden ser felices en la vida. 

El argumento de la censura es el siguiente:  “No puede no ser considerado como un mensaje de interés general (…) ya que al dirigirse a una futura mamá, su propósito puede parecer ambiguo y no suscitar un apoyo espontáneo y consensuado” y muestra que era “inapropiado” porque esa felicidad “probablemente perturbaría la conciencia de las mujeres que habían tomado diferentes opciones legítimas de su vida personal”.

“El mundo no sabe lo que se pierde”

Mariano Rodríguez y Menchu Tordera tienen dos hijas. La segunda llegó al mundo hace 4 años con esta discapacidad. Con dolor asegura que “resulta que mi hija Isabel sí puede salir feliz en un anuncio en Francia, pero no mi hija Marta, que debe ocultar su felicidad, para no perturbar a nadie”. Saben bien las dificultades, el impacto cuando conoces la noticia, los problemas que conlleva una hija así, pero también replantearse qué quieren para ellas: “No es otra cosa que la felicidad. No quiero que mis hijas sean ingenieras espaciales, o CEOs de una gran empresa, o estrellas de cine. Quiero que sean felices”- dice Mariano. “En casa vemos a Marta feliz, y nos hace muy felices. Quizá sea la que más aporte al cariño y unión familiar”.

Hacen mejor a la sociedad

Creen que la sociedad se está perdiendo algo muy grande, que molesta y hay que ocultarlo. Pero ellos reivindican todo lo que aportan a la sociedad. Como su hija Marta. Y Mariano asegura con rotundidad que las personas Down hacen mejor al mundo: “Aunque en el planeta nadie lo note, cuando mi hija Marta ríe, el mundo es mejor. Cuando va por la calle y dice 'hola' a cualquier transeúnte y le arranca una sonrisa, hace mejor a esta sociedad. Cuando en casa ve a su hermana dolorida porque se ha dado un golpe y se acerca a consolarla, o nos ve serios y nos da un beso o una caricia, nos une como familia. Cuando Marta señala emocionada las estrellas por la noche –que le fascinan-, me parece que brillan más”. 

Madre de dos niños Down

Mariana de Ugarte es madre de dos hijos Down (Mariana y Jaime). Junto a su marido José Luis dan gracias a Dios todos los días por sus hijos: “Toda esa felicidad que no creía que existiese dentro del síndrome de Down quiero enseñársela al mundo, devolver a la gente lo que mis hijos me enseñan a mí. Cuando los tienes, los conoces, y ves que son lo más maravilloso que te ha pasado en la vida, desde luego, no podría ser más feliz sin ellos”.

Se dedica a derribar mitos y prejuicios, a normalizar la aceptación a estas personas con discapacidad y a ayudar a quien se enfrente a la dificultad que genera esta crianza. El mes que viene publicará un libro sobre los niños Down y cuenta su día a día en Instagram, donde ya tiene más de 53.000 seguidores. 

Para evitar remordimientos

Mariana asegura a Aleteia que está negativamente impresionada porque en Francia “se respeta la libertad de quien va a abortar porque tienen esa libertad de decisión y de movimientos, pero a las personas con síndrome de Down que quieren demostrar al mundo que tienen los mismos derechos y que quieren ser felices, no se les permite esa libertad”.

Recuerda además que esa campaña iba encaminada a demostrar que las personas con trisomía pueden llegar a leer, escribir, montar en bici, ayudar en sus casas… “Era una campaña para tranquilizar a las madres a cuyos hijos les habían diagnosticado Síndrome de Down”. Con mucha pena resume así el motivo de la censura: “Para que las mujeres que habían abortado a sus bebés no tuvieran remordimientos al ver como esas personas con síndrome de down eran felices y tenían una vida plena”. Ella, su marido y sus hijos, son el claro ejemplo de esa vida plena. 

Hacia la erradicación de estas personas

Ya hay países, como Islandia, que presumen de no tener personas con Síndrome de Down. No es que hayan erradicado la enfermedad, es que han favorecido el sistema para que no nazcan. Sin llegar a ese extremo, la tendencia en Europa se inclina hacia este modelo. En el caso de España, en los últimos 40 años la población con trisomía 21 ha descendido un 88%, y eso encamina a su desaparición en 2050. Según la Fundación Down España, el 95% de las madres a las que han diagnosticado un bebé Down durante el embarazo deciden abortar y sin tener toda la información sobre la mesa. Agustín Matía, director de Down España, alerta: “El número de parejas que se hacen los cribados y la amniocentesis y deciden seguir adelante tiende a cero".

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