Nacido en 1892 y graduado de Oxford, J.R.R. Tolkien luchó durante la Primera Guerra Mundial como teniente. Luego fue testigo de varias masacres, incluida la de la terrible Batalla del Somme, que más tarde inspiraría algunas de las grandes batallas del Señor de los Anillos.
Traumatizado, fue dado de alta y comenzó a escribir sus propias obras - El Hobbit y los dos primeros volúmenes de la trilogía El Señor de los Anillos, en 1925, luego el tercer volumen - El Retorno del Rey -, terminado en 1955.
En Oxford el escritor animó al pequeño grupo de profesores llamado "The Inklings", palabra que en inglés significa "pequeñas ideas" (en referencia a las ideas de sabiduría espiritual y literaria que les interesaban).
Esa docena de miembros del club, incluido el colega anglicano C.S. Lewis, se reunían para hablar de historia, literatura, imaginería, mitología, lenguaje, todas las áreas que trataban de tratar en sus corazones y en sus libros.
El escritor llevó una vida muy piadosa: iba a misa todos los días y tenía una devoción particular por la Eucaristía. Cuando su hijo Michael tuvo dificultades personales, Tolkien lo instó con una carta muy hermosa a volverse al Santísimo Sacramento:
Tras su muerte en 1971, muchos especialistas en literatura y religión comenzaron a reconocer la verdadera influencia de la fe cristiana del autor en su obra literaria, así como su deseo de orientarse hacia la verdad divina.
Estado de la causa de canonización
Ante esta vida piadosa con un mensaje profundo, hace veinte años un sacerdote italiano (Daniele Pietro Ercoli) contactó al arzobispo de Birmingham, Inglaterra, para hablarle sobre la posible apertura de una causa de canonización para J.R.R. Tolkien. La respuesta del prelado fue muy clara:
El 2 de septiembre de 2017, con motivo del aniversario de la muerte de Tolkien, se celebró una misa en Oxford, en lo que había sido la iglesia parroquial de Tolkien (dedicada a San Luis) en presencia de su sobrina.
La misa se ofreció "no por el descanso del alma de Tolkien, sino para orar por la apertura de su causa de canonización".
Al año siguiente, en septiembre de 2018, se organizó en Oxford una "conferencia de canonización" con la esperanza de reavivar el interés por la causa. Desde entonces, no ha habido progreso público hacia la demanda. Una cosa es segura: el interés por las obras de Tolkien vuelve a ser centro de atención con la nueva serie de televisión. También podría revivir el interés por el autor cristiano.