Ucrania, tráfico de armas, China, Alemania: lo que dijo el Papa Francisco en el avión

Estas son las palabras sobre el comercio de las armas de las que se hacen eco hoy todos los medios de comunicación del mundo. El Papa pidió una "mayor reflexión" sobre el concepto de la guerra justa, un tema sobre el que la doctrina católica establece los criterios para que se considere como tal, como puede leerse en este link.

En el vuelo de regreso desde Kazajstán, donde pasó tres días, el papa Francisco cumplió como es costumbre con la tradicional conferencia de prensa a bordo del 15 de septiembre de 2022. Además de repasar su viaje, el pontífice anunció sus próximos destinos y comentó la noticia. I.MEDIA vuelve a las principales informaciones entregadas por el Papa Francisco.

El Papa Francisco ha confirmado que tiene intención de realizar su viaje a Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, previsto para principios de julio. Dijo que estaba en contacto con el arzobispo de Canterbury Justin Wellby y con el moderador de la Iglesia de Escocia para el viaje a Sudán del Sur y discutió un plan en febrero. También habló de un viaje anterior. Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dijo que el Papa quería discutir planes para viajar a Bahréin en noviembre.

Preguntado por Ucrania, el pontífice subrayó la dificultad del diálogo con los países que están en guerra y afirmó que era necesario mantener el diálogo porque muchas veces era de ellos de donde venía el primer paso. "Huele mal, pero tenemos que hacerlo. Por un paso adelante, la mano extendida, siempre. Porque de lo contrario estaríamos cerrando la única puerta razonable que lleva a la paz".

El Papa Francisco recordó que el problema de la guerra no se limitaba a Ucrania. En particular, citó el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, Siria, el Cuerno de África, Eritrea, Birmania y el pueblo rohingya al que “ama tanto”. Y exclamó, al final de esta lista: “Vivimos en una guerra mundial”.

El pontífice lamentó un cambio de mentalidad entre 1945 y hoy, recordando cómo su país había celebrado el final de la Segunda Guerra Mundial cuando estaba tan lejos de ella. “Me pregunto hoy si nuestro corazón está educado para llorar de alegría cuando vuelva la paz”, dijo, antes de declarar, decepcionado: “Todo ha cambiado, si no vas a la guerra, eres un inútil”. El pontífice criticó duramente el “comercio asesino” de armas.

Preguntado por el caso del cardenal Joseph Zen, defensor de las libertades en Hong Kong que deberá comparecer pronto ante los tribunales por motivos políticos. "Él dice lo que siente, que ahí hay restricciones".

El pontífice, sin embargo, se negó a juzgar la acción de China y explicó que no podía decir si se trataba o no de una "democracia". "Es cierto que para nosotros hay cosas que parecen no ser democráticas", admitió. Pero apeló al largo plazo, diciendo que "se necesitaron siglos para comprender a China" y que, por lo tanto, era necesario, para lograrlo, transitar por "el camino del diálogo".

Anunció la existencia de una "comisión bilateral Vaticano-China" de lento movimiento y destacó el trabajo del cardenal secretario de Estado Pietro Parolin al frente de ella. "Es un gigante. Comprender a China es una empresa gigantesca”, concluyó.

En el mismo tono, el pontífice planteó la cuestión de Nicaragua, donde la Iglesia sufre medidas de represalia desde hace varios meses y de donde ha sido destituido el nuncio apostólico.

El pontífice calificó esta decisión como "un asunto grave desde el punto de vista diplomático" y afirmó que quería que el poder accediera a acoger a las monjas de las Misioneras de la Caridad que fueran expulsadas del mismo. El Papa, sin embargo, insistió en mantener su línea, la del diálogo para "solucionar los problemas".

"Matar no es humano. Punto", resumió el pontífice cuando un periodista le preguntó sobre la marcha de los proyectos de ley sobre estos temas relacionados con el final de la vida, citando los casos de Francia, Italia y Bélgica. "Si matas con motivos, acabarás matando de nuevo", argumentó, antes de concluir: "No es humano. Matar, déjale eso a las bestias".

Cuando se le preguntó sobre la pérdida de atracción de la Iglesia hacia los jóvenes en Alemania y Occidente, el Papa Francisco culpó a los pastores que no están lo suficientemente cerca de su rebaño.

Para él, "si falta el corazón del pastor, ninguna pastoral funcionará". Por lo tanto, advirtió contra los "científicos pastorales". "Cuando uno piensa más en el dinero, en el desarrollo, en los planes pastorales y no en el cuidado pastoral, si uno se adentra en estas cosas, todo eso no atrae a la gente", insistió.

A otro periodista, habiéndole recordado el pesado historial que tuvo que soportar Alemania, François le confió que había "aprendido" de los alemanes su "capacidad de arrepentirse, de pedir perdón".

En vísperas de las elecciones italianas, el Papa fue interrogado por un periodista de La Repubblica sobre su punto de vista sobre la situación italiana. "Debemos luchar para ayudar a nuestros políticos a mantener el nivel de la alta política, no el de la baja que no ayuda en nada y al contrario tira al Estado hacia abajo", juzgó el pontífice. Señaló que los italianos habían conocido 20 gobiernos en 20 años.

El Papa Francisco expresó su "asombro", confiando en que no esperaba tal desarrollo en un país que sólo lleva "treinta años" de independencia. Elogió abundantemente la arquitectura "cuasi-futurista" de la capital Nur-Sultan, el interés del gobierno en los asuntos culturales y sobre todo su capacidad para organizar el Congreso Interreligioso al que fue invitado para "la séptima edición".

Lo opuso a la corriente "progresista" existente en el mundo que cree que, para desarrollarse, primero es necesario descartar los valores religiosos. Comparó su modelo de sociedad multirreligiosa con Marruecos, donde existe un "diálogo interreligioso desarrollado".

Finalmente, defendió al Congreso de las críticas que hablaban de relativismo religioso, quizás respondiendo en este punto al obispo Athanasius Schneider, quien había criticado la cumbre a primera hora de la mañana. El Papa subrayó que donde no había diálogo, había "guerra o ignorancia".