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El Santuario de San Sebastián ubicado en la comuna de Yumbel, región del Biobío (sur de Chile), se convirtió en escenario de un encuentro un tanto especial que derivó en la bendición de motoqueros, cascos y motos.
El encargado de impartir la bendición, según recuerda la web de la Iglesia de Chile, fue el arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomalí, quien en la jornada del 24 de septiembre lo hizo en tres ocasiones.
Para el obispo chileno fue una jornada «muy grata». Y argumentó: «Hemos podido compartir con personas que usan la moto para viajar, para descansar y para trabajar. Ha sido muy fraterno, muy alegre y creo que eso es muy hermoso».
Pero el obispo fue más allá. Anunció que junto al párroco de San Sebastián de Yumbel se buscará cumplir con el compromiso de realizar esa actividad una vez al año (en septiembre). Esto debido a que fue algo muy valorado por quienes concurrieron. «Así que estamos muy contentos, es la primera vez y por supuesto que no será la última».
El cuidado en el tránsito
Más allá de la bendición y el deseo de continuar con ello en el tiempo, Chomalí también recordó que durante el encuentro fue posible hacer un llamado al cuidado debido a los riesgos que tiene la moto con vehículo. «Pero también, un llamado a los automovilistas y al transporte público para que los cuiden mucho», añadió.
Por su parte, el padre Roldán coincidió en lo positivo de la jornada de bendición, algo inédito en esa zona hasta ese momento.
«Me parece una buena instancia y es importante que establezcamos el cuarto sábado del mes de septiembre como el día de la bendición de las motos y los motoqueros. Me parece una cosa muy linda y es una expresión de apertura hacia San Sebastián y hacia el santuario», contó el párroco.
Andar con Dios en la ruta
«Para las personas que somos religiosas, que somos creyentes, es un evento súper importante y bonito. Este es un bonito medio de transporte, pero un poco peligroso y uno siempre anda con precaución. Estoy agradecido por este evento, vengo desde Concepción y me levanté muy tempranito para poder asistir», expresó Diego Ganga, uno de los asistentes a la bendición.
El de Diego es uno de los tantos testimonios reproducidos por la Iglesia de Chile y da cuenta de agradecimiento por el gesto del arzobispo de Concepción.
«Es bueno que lo hagan, porque las motos siempre han sido un poquito desplazadas en el tema del transporte, entonces es bueno que se reconozca que también somos personas que andan tranquilas por la vida y no siempre somos los locos que dicen», expresó otro de los asistentes de nombre Manuel Illanes.
También ofreció un comentario Javiera Ulloa. Para ella se trató de «lindo encuentro». «(Fue) algo especial, porque uno trata de allegarse en cierto sentido a Dios y es una buena instancia», esbozó.
Más imágenes de la bendición (galería):
Por último, en medio de la sorpresa generalizada por la buena organización y la esperanza que ha representado esta bendición, la expresión de Iván Soto, también otro de los participantes:
«Yo venía acompañando a mis amigos y me dijeron que estaban bendiciendo las motos. Así que aquí estamos. Me parece muy bien todo lo que sea ayuda para protegernos y andar bien en las rutas. Y si es con Dios mejor, así que se agradece».
