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El domingo 9 de octubre la Obra de Don Bosco se vestirá de fiesta para la primera canonización de un salesiano que no haya sido ni fundador de alguna de las ramas de la familia ni colaborador directo de San Juan Bosco.
Se trata del ítalo-argentino Don Artémides Zatti, hermano coadjutor salesiano, enfermero, quien será canonizado por el Papa Francisco en una celebración que tendrá lugar en Roma, pero que tendrá numerosos repiques simultáneos en la Patagonia que gozó de su testimonio de vida.
Tanto en Viedma, donde sirvió en el Hospital como en Bahía Blanca, donde descubrió su vocación, así como en otras ciudades, habrá celebraciones durante el propio domingo para acompañar los acontecimientos que tengan lugar en la ciudad eterna. Algunas litúrgicas, pero otras más callejeras, como una bicicleteada, caravana de bicicletas que honra el medio con el que se desplazaba Don Zatti para visitar enfermos.
Como preparación de la jornada, una producción audiovisual estrenada en 2020 por la familia salesiana ofrece una breve pero emotiva introducción a los rasgos de santidad de don Zatti. Se trata de Zatti, hermano nuestro.
La historia se sitúa en 1941, cuando el enfermero y religioso salesiano es obligado a desalojar el hospital donde trabajó durante décadas, circunstancia que ponen su fe y entereza a prueba.
Esta producción del Boletín Salesiano, con el apoyo de las inspectorías salesianas de Argentina, Misiones Salesianas (España) y los Salesianos de Don Bosco a nivel mundial, dura media hora, y está escrita y dirigida por Ricardo Cámpoli.
Retrata con mucha calidez, a veces humor, numerosas interacciones del enfermero con pacientes y colegas tanto en el Hospital como en la vida de Fe, algunos emblemáticos como el beato Ceferino Namuncurá o Sor Antonieta Bohm, fallecida en 2008 en México y cuya causa de beatificación se inició en 2017.
Discípulo de Don Bosco
En 1934, Artémides Zatti fue elegido por sus hermanos para asistir a la canonización de San Juan Bosco, fundador de la obra salesiana. Para aquella ocasión, tuvo que pedirle a un médico un saco prestado, recordaban estos días durante una conferencia de Prensa en Viedma.
Quienes asistan a su canonización, como alguna vez él lo hizo para la de su fundador, podrán participar el sábado de una audiencia extraordinaria con el Papa Francisco, promotor desde sus tiempos de provincial jesuita de la causa de Zatti, al que pedía y hacía pedir vocaciones de coadjutores para la Compañía de Jesús.
Artémides Zatti nació en Boretto, Italia, en 1880, providencialmente el año del inicio de la misión salesiana en la Patagonia argentina. Emigró con su familia en 1897 a la Argentina, donde tres años después y tras trabajar en una fábrica de mosaicos y colaborar activamente en la parroquia, ingresó en el aspirantado salesiano. Quería ser sacerdote, pero cuidando enfermos se contagió de tuberculosis, y por una promesa a la Virgen a cambio de la sanación decidió dedicar su vida por entero al cuidado de la salud de los demás.
Para Zatti, sus pacientes eran Jesús. Cuentan que buscando ropa para un niño, dijo a una religiosa: "Hermana, ¿tiene ropa para un Jesús de 12 años?".
En 1880 los salesianos llegaron a la Patagonia para cumplir el sueño de su fundador. En 1934, fue canonizado Don Bosco, con la presencia de Artémides Zatti. En 1951, este entrañable enfermero perdió la vida, luego de entregarla a los enfermos de Viedma y de transitar un cáncer con ejemplar serenidad.
En 2002 fue beatificado en Roma por San Juan Pablo II. El 9 de octubre será canonizado por el Papa Francisco.