Recuerdo aquella tarde de 1996 cuando el Opus Dei llegó a mi país, Panamá. Alquilaron una antigua casona justo enfrente de donde yo vivía. Los tuve de vecinos 10 años.
En esos días era toda una novedad. Había un hermoso oratorio que invitaba a la oración, con el Santísimo en el Sagrario.
Solía pensar: "Eres mi vecino Jesús"
Escribo estas palabras con gratitud. Mi esposa Vida suele decir: "Es de bien nacidos ser agradecidos". Y yo estoy agradecido por tanto que aprendí con mis amigos de Opus Dei.
¿Qué es el Opus Dei?
Si buscas en internet lo que es el Opus Dei te aparece enseguida:
En pocas palabras, te enseñan a santificarte en medio de tu trabajo como un profesional y con tus actividades más sencillas en lo cotidiano.
Una vez leí sobre un médico al que san Josemaría le pidió que lo ayudara a crear la facultad de medicina en una nueva universidad.
Al terminar de fundarla el santo le dijo: "Te pedí que te santificaras, fundando la facultad de medicina".
Amor a la Misa y a Jesús sacramentado
Solía pedir: "Amad la misa. Amad la Misa".
Uno de los pensamientos de san Josemaría que más me gusta tiene que ver con la sagrada comunión. A menudo lo recuerdo y pienso en ello, sobre todo en misa, minutos antes de la comunión:
¡Cuánto amor a Jesús Sacramentado!
Me hace pensar en un vídeo que vi de un sacerdote en la santa Misa, en medio de la consagración se estremece.
"Dios nos espera cada día"
Mientras fuimos vecinos, me gustaba mucho cruzar la calle y pasar ratos allí acompañando a Jesús.
Conversaba a menudo con sus sacerdotes, siempre alegres, con las palabras justas. Mis hijos pequeños aprovecharon la piscina de aquella casona y se bañaron a gusto.
La invitación constante a la santidad los marcaba.
Aprendí...
Aprendí a ver en ellos la importancia de estudiar y conocer a fondo nuestra santa religión, la necesaria fidelidad a la Iglesia y al Papa, y sus anhelos de mostrarnos la santidad en lo cotidiano haciendo lo que nos corresponde con amor.
A mí me gustaba tener largas conversaciones con sus sacerdotes, porque veía en ellos un anhelo de santidad y tenían sana doctrina.
Obediencia y fidelidad
Ahora que Francisco está impulsando una reforma del Opus Dei, demostraron, como siempre lo han hecho, su fidelidad a la Iglesia y al Papa, Vicario de Cristo, aceptando todas sus indicaciones con humildad.
La obediencia siempre es grata a Dios y nos trae mejores tiempos.
El que ha leído la vida de san Pío de Pieltrelcina comprobará el valor de la obediencia a nuestros superiores, aunque las ordenes sean incomprensibles. Bien decía el padre Pío:
Recuerdo una vez que trasladaron a un sacerdote muy estimado y fui a despedirme. Le expresé mi inconformidad por la decisión de ese traslado a otro país. Sonrió amablemente y con profunda humildad me respondió: "Dios sabe más".
¿Te parece si hoy rezamos por ellos? Pido a Dios por mis amigos del Opus Dei y por toda nuestra santa Iglesia católica. Su diversidad nos ayuda a recordar que somos hijos del Altísimo y que nuestra Patria está en el cielo.
¡Dios te bendiga!