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27989,. Barracón 24. 9 de abril de 1944. Un número. Un lugar. Una fecha. Eso fue lo único que quedó de ella, cuando su cuerpo fue incinerado en el infierno de Auschwitz. O lo único que pretendieron que quedara de ella sus carceleros. Pero el nazismo no podría borrar ni la suya ni la historia de tantas personas que murieron dejando tras de sí una estela de dignidad y grandeza.