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Con una marcha pacífica en la ciudad de Bogotá, y permanentes acciones a través de redes sociales y medios de comunicación, padres de familia y organizaciones sociales se unieron para protestar por el proyecto de Ley 229 que busca crear una cátedra obligatoria en todos los colegios del país para promover la educación sexual ideologizada.
Los padres han ejercido una fuerte presión que ha forzado a la Cámara de Representantes a dilatar la discusión de la iniciativa, porque, según dijeron a Aleteia, los impulsores no cuentan con mayoría de votos.
Sebastián Arboleda, misionero católico y director de Unión Familia, explicó a Aleteia que se «quiere imponer en todos los grados escolares, desde los más pequeños, ideología de género e hipersexualización y así acabar con la inocencia de nuestros niños. Pretenden enseñar desde los 6 años temas como el erotismo, la masturbación y el aborto, en todos los colegios del país».
Sebastián lideró una protesta pacífica que se concentró frente a la sede del Congreso de la República, en Bogotá y posicionó en redes el numeral #ConMisHijosNoTeMetas. Allí estuvieron varios congresistas contrarios a la iniciativa, además de papás, jóvenes, niños, evangelizadores, cantantes católicos y muchos más que ven con preocupación estos cambios que quieren imponer en el sistema educativo nacional.
«Educar bajo nuestra fe»
Desde Unión Familia defienden la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y la familia como núcleo fundamental de la sociedad. Por eso están liderando varias cruzadas como esta, que buscan, como dice su director, «defender el derecho que tenemos los padres, constitucionalmente hablando, para educar nuestros hijos bajo nuestra fe. Debemos hablar de sexualidad a nuestros hijos pero de acuerdo con su edad, así iniciaron países como Argentina y España, donde pretenden quitar la patria potestad de los padres y decir que los hijos son del Estado».
«Es ideología de género»
También estuvo presente en la marcha pacífica por ser un defensor de estos temas, el director de la Fundación Concuidadanos, Julián Hoyos. Esta organización católica es un tanque de pensamiento que trabaja proyectos de ley en favor de la familia, la vida y la libertad religiosa.
Su rechazo va en el mismo sentido, porque considera que el proyecto de ley propone dos conceptos que hacen gran daño a los niños y están basado en cartillas de la Unesco bajo estos mismos principios:
«El primero, la educación integral en la sexualidad o educación en la identidad de géneros. Así se quiere enseñar a los niños que existe un sexo asignado al nacer, pero cada niño en el transcurso de su vida se puede identificar con lo que considere. Esto es ideología de género pura y dura».
El segundo concepto que explica Julián Hoyos se refiere a los derechos sexuales y reproductivos: «Son rótulos y eufemismos, pero lo que realmente encierra esta expresión es el derecho al aborto, la promoción de los anticonceptivos y las relaciones sexuales a temprana edad. Eso es lo que la cátedra enseñaría a nuestros hijos y no lo podemos aceptar».
Contra la autonomía educativa
Por su parte, el representante a la Cámara Luis Miguel López, integrante de la Comisión para la Vida, la Familia y la Libertad Religiosa, aseguró que los padres de familia deben salir a defender la inocencia de los niños, «no podemos quedarnos callados». Denunció, además, que el proyecto de ley vulnera el derecho constitucional de autonomía educativa a las instituciones educativas confesionales.
La comisión, conocida como Bancada Provida, es un grupo de más de 60 congresistas de diferentes partidos políticos que se integraron formalmente y han defendido iniciativas legislativas como el impuesto para las iglesias, la permanencia de la capilla en el edificio del Congreso y el aborto, entre otros.
«Esperamos sumar más, porque la vida, la familia y la fe son la base fundamental de nuestro país», dijo Luis Miguel López.
No a la eutanasia infantil
Precisamente la Bancada Provida se pronunció este martes sobre un nuevo proyecto de ley que permitiría en Colombia la eutanasia para niños desde los seis años, sin que sea requisito que tenga una enfermedad terminal o un pronóstico médico de muerte próxima.
«Rechazamos que la ley suponga que un niño de 6 años puede tener la madurez necesaria para decidir su muerte. Rechazamos que el único requisito sea que padezca una enfermedad grave e incurable como lo son la depresión, la diabetes, la ceguera o la pérdida de una extremidad».
En su comunicado, denuncian que este proyecto de ley «es un nuevo ataque contra la familia colombiana y continúa el asedio contra nuestros hijos. En esta ocasión, se pretende limitar la autoridad de los padres en una materia tan grave como la vida o la muerte de los niños».
