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Son apariciones oficiales, es decir, reconocidas por la Iglesia, las del arcángel Rafael en la ciudad de Córdoba, en España. Marcello Stanzione y Antonia Figliolia en El ángel y la ciudad (ediciones Segno) cuentan cómo se produjeron estos misteriosos episodios, que la Iglesia ha investigado minuciosamente.
Una epidemia mata a miles de personas
La figura de san Rafael Arcángel como patrono, o más bien custodio, de Córdoba, se identifica a partir de la Edad Media cuando, hacia 1278, una tremenda epidemia de peste asoló gran parte de Europa, provocando un vertiginoso descenso de la población.
Fray Simón de Sousa
Toda la comunidad que quedó en la ciudad andaluza fue asistida por clérigos y religiosos que intentaron prestar la mayor ayuda material y espiritual posible. Muchos de ellos resultaron contagiados.
Entre ellos se encontraba Fray Simón de Sousa, rector del Convento de La Merced, quien, a pesar de haber estado también en muy graves condiciones, sobrevivió.
Oración por los enfermos cordobeses
Durante su convalecencia, incapaz entre otras cosas de prestar asistencia, oró con mucho celo, encomendándose al Señor para que tuviera misericordia de los cordobeses enfermos.
La primera aparición en la iglesia
Una noche, mientras rezaba en el coro de su iglesia, se le apareció en unas nubes san Rafael arcángel. Le dijo que sus oraciones, junto con las de otras personas, habían sido escuchadas por Dios.
El arcángel exhortó al fraile a poner su imagen en la cima de la torre de la catedral y pidió que todos los ciudadanos le fueran devotos y celebraran su fiesta todos los años. Solo así pararía el contagio.
La segunda aparición y la Torre de San Pedro
El lugar de la aparición es, por tanto, el Convento de la Merced (Gracia). A esta primera aparición siguió una segunda y el hermano Simón cumplió diligentemente su cometido.
El obispo don Pascual mandó colocar su imagen en lo alto de la Torre de San Pedro. En aquel momento esa era la iglesia principal, aunque la mezquita ya había sido consagrada al culto cristiano durante la Reconquista Fernando III el Santo el 29 de junio de 1236 .
Girando según el viento
Muy pronto también se colocó sobre un pequeño templo de madera. Además, a partir de 1278, la imagen de san Rafael se colocó como una veleta, girando según el viento, vigilando así la ciudad.
Padre Andrés de las Roelas
Otra figura central del culto cordobés a san Rafael es el padre Andrés de las Roelas.
Nacido en Córdoba en 1525, ejerció su ministerio sacerdotal pero se retiró a casa de su padre con sus hermanas a causa de una grave enfermedad. Rezaba todos los días para librarse de ella.
Cinco noches
Y explicó que durante cinco noches, le pareció escuchar una voz muy específica en un sueño que lo instaba a ir al "Campo" (barrio de la ciudad), donde recuperaría la salud. El sacerdote español, sin embargo, no le dio mucha importancia a esta exhortación.
Un día, casi por curiosidad y con mucho esfuerzo, se encaminó hacia el barrio indicado en el sueño. Llegando cerca del Campo, cansado, se sentó a descansar.
Una luz cegadora
En ese mismo momento se encontraron con él cinco caballeros, y uno de ellos, irradiando una luz cegadora, le habló de san Acisclo y santa Victoria (los dos mártires), afirmando que los restos encontrados en la iglesia de San Pedro realmente eran suyos y como tales debían ser venerados.
El mensaje tenía que ser comunicado al obispo. En seguida desaparecieron y con ellos también sus dolencias.
El hombre visto de blanco
Incrédulo por su recuperación, el padre Andrés regresó a casa. Esto sucedió el 29 de marzo de 1578. Sin embargo, no se atrevió a hablar de la aparición.
Durante otras cuatro noches, a la medianoche y después del rezo del Oficio Divino, tuvo la misteriosa aparición de un hombre vestido de blanco que le ordenó cumplir el encargo que le encomendaron los cinco caballeros.
Nueva aparición al amanecer
Temiendo que todo esto fuera fruto de una sugestión, el padre Roelas consultó a algunos importantes teólogos de la Compañía de Jesús. Y se lo dijo al obispo, quien le ordenó, si había una quinta le preguntara quién era.
Así, en la madrugada del 7 de mayo de 1578, san Rafael se le apareció por quinta vez diciéndole estas palabras:
"Yo te juro, por Jesucristo Crucificado, que soy Rafael, ángel a quien Dios tiene puesto por guarda de esta ciudad".
La protección del arcángel Rafael
Con este "Juramento", los cordobeses tenían la confirmación de que el arcángel Rafael, como ya le había revelado tres siglos antes a fray Simón de la Sousa, protegía de manera especial a su ciudad.
Aprobada el 6 de agosto de 1603
Las apariciones fueron aprobadas el 6 de agosto de 1603. El 11 de septiembre de 1651 el papa Inocencio X, a petición del pueblo, permitió a Córdoba celebrar la aparición de san Rafael Arcángel el 7 de mayo de cada año, recuerdo que perdura hasta el día de hoy.
La iglesia dedicada al arcángel
Tan pronto como estas revelaciones fueron aprobadas definitivamente por la autoridad eclesiástica, inmediatamente comenzaron los trabajos para erigir una iglesia en el lugar donde el arcángel de Dios se había manifestado.
Así, la casa del sacerdote, de la que se hizo una pequeña capilla, pronto se convirtió en un lugar de culto.
Posteriormente se construyó la iglesia llamada "del Juramento", precisamente para conmemorar públicamente el "juramento" hecho por san Rafael. Fue bendecida y abierta a todos el 21 de junio de 1732.
