separateurCreated with Sketch.

Una tradición para no dejar solo a Jesús en Navidad

uśmiechnięta kobieta stoi przy świątecznym targu i wpatruje się w dal
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Claudio de Castro - publicado el 24/12/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
"La Navidad es un regalo de amor que Dios le otorga a la humanidad", ¿cómo lo recibes? Una bella reflexión del escritor Claudio de Castro

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.

Deseo donar en 3 clics

"Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, príncipe de la Paz"

Isaías 9

Amable lector, antes de empezar quiero desearte una FELIZ NAVIDAD, que el buen Jesús colme todos tus anhelos.

También quiero agradecer tu compañía a lo largo de este maravilloso año que termina, tus oraciones, reseñas y tus correos electrónicos. Me encanta cuando nos escriben y me comparten sus aventuras con Dios.

Me ocurrió algo inesperado, que me ha dejado reflexionando y es el motivo de este artículo.

Un mensaje misterioso

Te cuento… Sabes que me encanta visitar a Jesús en el Sagrario, es mi mejor amigo desde la infancia, un gran amigo, deseoso de llenarte con abundantes gracias. Disfruto sorprendiéndolo, para arrancarle una sonrisa y a veces voy hasta a dos oratorios el mismo día: "¡Sorpresa!", exclamo desde la puerta. Y nos reímos.

Debo confesar que lo descuidé un poco. Dediqué mucho tiempo a mi nuevo libro recién publicado, Ansiedad.

Noté cómo en esta pandemia aumentaron los casos de ansiedad llegando a tocar personas cercanas a mí.

Yo tenía paz, me pregunté cómo podía compartirla con ellos desde la fe. Casi no salí de casa escribiendo hasta terminar el libro.

Y de pronto me llega por Whatsapp el mensaje de una persona que conozco, es un gran enamorado de Jesús.

"Aquí estoy con Jesús. Te manda decir que te quiere mucho Claudio y extraña tus visitas".

Días muy ocupados

Me dejó de una pieza. ¿Cómo lo supo? No le había comentado a nadie. Era Jueves Eucarístico, dejé todo lo que hacía y corrí a verlo a un oratorio cercano a mi casa, luego participé de la Hora Santa y la Eucaristía. Le dije que le quería una y otra vez.

Cuando salí pensé mucho que estamos en víspera de la Navidad.

Otro año que celebramos. Habrá cena en nuestras casas, un árbol decorado por los niños. Padres, tíos y abuelos con regalos y un sentimiento esplendoroso de paz y felicidad. Me encanta esta época del año que festejamos al Hijo de Dios.

Creo que alguna vez te lo he contado, a cada persona que veo le deseo una Feliz Navidad: al portero del banco, a la cajera del supermercado, a los que cruzo en mi camino mientras rezo el Rosario en el parque, al oficial de policía que custodia el barrio,... A todos les cambia la vida de alguna manera muy especial, en sus rostros se dibuja una sonrisa y responden ilusionados: "Feliz Navidad para usted también". 

Pero, espera. Antes de seguir con tus actividades navideñas, el estrés del día, los atascos vehiculares, el banco que cierra a tal hora y debes apurarte a llegar, la comida que estás preparando, el ponche, las tartas navideñas (qué rico).... Antes de todo eso que es parte de la tradición, haz un alto. Lo necesitas ante tanto ajetreo navideño.

Una acción que marcará la diferencia

Respira hondo. Deja a un lado el teléfono móvil.

Ve al oratorio más cercano a tu casa y saluda a Jesús en el Sagrario. Experimenta allí su amor y las gracias abundantes que te dispensa.

Haz silencio. Escúchalo, hónralo, y antes de marcharte dile que volverás pronto. Que nunca te falte un: "te quiero Jesús".

Una tradición diferente

Para mí, amable lector, es más que una tradición. Considero un gesto de gratitud y de amor ir en Navidad a un oratorio y sentarme junto a Jesús, prisionero de amor en el Sagrario. Lo acompaño en su cumpleaños, es una experiencia maravillosa. 

Voy temprano a verlo y casi siempre le encuentro solo.

"Feliz cumpleaños Jesús", le digo sonriendo. 

Me quedo con él imaginando la algarabía y festividad que hay en el Paraíso, donde se encuentra rodeado de ángeles, los santos, su mamá, el buen san José, mirando complacido a los que vivimos en la tierra elevando nuestras plegarias.

¿Te animas a visitar a Jesús?

En esta Navidad no dejemos solo a Jesús. Que sienta nuestro cariño, que sepa que le queremos.

¿Te gustaría escribirme? Cuéntame tus aventuras con Jesús en el Sagrario. Te dejo mi email personal.  cv2decastro@hotmail.com

______________

Este año Aleteia tiene para ti una sorpresa navideña. Haz clic en el enlace de abajo.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.