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El papa Francisco ha pedido hoy rezar por la plena comunión entre los creyentes. «El corazón pastoral sufre y arriesga. Sufre: sí, Dios sufre por quien se va y, mientras lo llora, lo ama todavía más». Lo dijo el Papa en la catequesis pronunciada en el Aula Pablo VI, durante la audiencia general de los miércoles, 18 de enero de 2022, y dedicada al «celo apostólico».
El corazón pastoral sufre
Entonces, invitó a los fieles y a los pastores a seguir el «estilo de vida» de Jesús, la del «buen Pastor, aquel que «da su vida por las ovejas» (Jn 10,11)».
«De hecho, ser el pastor no era solo un trabajo, que requería tiempo y mucho empeño; era una verdadera forma de vida: veinticuatro horas al día, viviendo con el rebaño, acompañándolo a pastar, durmiendo entre las ovejas, cuidando de las más débiles. En otras palabras, Jesús no hace algo por nosotros, sino que da su vida por nosotros. El suyo es un corazón pastoral (cfr Ez 34,15).»
El corazón pastoral arriesga
Para valorar la acción pastoral, el Papa pidió preguntarnos: «¿lo imitamos bebiendo de las fuentes de la oración, para que nuestro corazón esté en sintonía con el suyo?
«El alma de todo apostolado», es la oración, la intimidad con Jesús, pues: «separados de mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). Si se está con Jesús se descubre que su corazón pastoral late siempre por quien está perdido, alejado. ¿Y el nuestro?».
El corazón pastoral siente nostalgia
El Papa lamenta la indiferencia de los creyentes hacia quienes han perdido la fe o están lejos de la Iglesia.
«Con qué frecuencia nuestra actitud frente a las personas que nos resultan un poco difíciles o complicadas es decir: "ése es su problema, dejémosle que se las apañe".
Pero Jesús nunca dijo esto: 'que se las arregle'. Fue a buscarlo. Jesús está con todos, con todos los marginados, con los pecadores, y de eso se le acusaba: de estar con los pecadores. Porque llevó la salvación de Dios a los pecadores.»
El corazón pastoral tampoco amenaza
«Dios no está para contemplar el recinto de sus ovejas y tampoco las amenaza para que no se vayan. Más bien, si una sale y se pierde, no la abandona, sino que la busca. No dice: “¡Se ha ido, culpa suya, asunto suyo!”.
El corazón pastoral reacciona de otra manera: El corazón pastoral sufre y arriesga. Sufre: sí, Dios sufre por quien se va y, mientras lo llora, lo ama todavía más. El Señor sufre cuando nos distanciamos de su corazón. Sufre por los que no conocen la belleza de su amor y el calor de su abrazo.
Pero, en respuesta a este sufrimiento, no se cierra, sino que arriesga: deja las noventa y nueve ovejas que están a salvo y se aventura por la única perdida, haciendo algo arriesgado y también irracional, pero acorde con su corazón pastoral, que tiene nostalgia de los que se han ido. Esto es permanente en Jesús.».
El corazón pastoral jamás dirá: 'Que se apañe'
El Papa cuestionó la actitud de los creyentes antes los que se alejan o se van de la Iglesia, lo hizo ante miles de fieles y peregrinos congregados para escuchar su nuevo ciclo de catequesis sobre «el celo apostólico», la pasión por la Evangelización, que ha advertido, «no es proselitismo».
Sin mirar las hojas que tenía en la mano y mirando al público, el Papa dijo: «Y nosotros cuando oímos que alguien ha dejado la iglesia. ¿Qué decimos? - 'Que se apañe' - . ¡No!, Jesús te enseña la nostalgia por los que se han ido.
Jesús no tiene ira, ni resentimiento, sino una irreductible nostalgia por nosotros. Jesús siente nostalgia por nosotros. Es el celo de Dios.», denunció el Papa alzando un brazo y espontáneamente.
El Papa preguntó: «Y nosotros, ¿tenemos sentimientos similares? Quizá vemos como adversarios o enemigos a los que han dejado el rebaño. 'Este se ha ido para otra parte, ha perdido la fe, lo espera el infierno’ Y estamos tranquilos.
El corazón pastoral es alegría
Encontrándoles en la escuela, el trabajo, en las calles de la ciudad, ¿por qué no pensar más bien que tenemos una bonita ocasión de testimoniarles la alegría de un Padre que les ama y que nunca les ha olvidado? No para hacer proselitismo, no, esto no. Que le llegue la palabra del Padre para caminar juntos. Evangelizar no es hacer proselitismo. El proselitismo es algo pagano, no es religioso, ni evangélico.»
Luego recomendó a los fieles: «Hay una buena palabra para las personas que se han ido y nosotros tenemos el honor y la carga de llevar esa Palabra. Porque la Palabra, Jesús nos pide esto. Acercarse siempre, con el corazón abierto a todos, porque él es así.
¡Quizá seguimos y amamos a Jesús desde hace tiempo y nunca nos hemos preguntado si compartimos los sentimientos, si sufrimos y arriesgamos en sintonía con su corazón pastoral!».
El corazón pastoral dice no al proselitismo
Francisco insistió que no se trata de hacer proselitismo, « para que otros sean "de los nuestros", no, eso no es cristiano: se trata de amar para que sean felices hijos de Dios. Pidamos en la oración la gracia de un corazón pastoral, abierto, que esté cerca de todos, para llevar el mensaje del Señor y también para sentir por cada uno el anhelo de Cristo.
Porque, nuestra vida sin este amor que sufre y arriesga, no vale: si los cristianos no tenemos este amor que sufre y arriesga, corremos el riesgo de pastorearnos sólo a nosotros mismos. Los pastores que son pastores de sí mismos, en lugar de ser pastores del rebaño, son peinadores de ovejas "exquisitas". No debemos ser pastores de nosotros mismos, sino pastores de todos.», concluyó.