Las personas que padecen algún mal, regularmente no tienen ganas de nada, más que de tirarse en la cama y de no hacer nada. También padecen de pesimismo, fatiga mental y algunas veces hasta con ganas de romper con todo.
En cambio, una persona con creatividad suele tener buen humor, optimismo y ganas de seguir con las actividades que le gustan. Se mantiene activo y con elevada productividad, porque encuentra motivos suficientes para seguir haciendo su trabajo.
De este contraste es desde donde algunos investigadores han concluido que para mantenerse sanos mentalmente es importante tener actividades creativas, porque de lo contrario se puede caer en pensamientos negativos y destructivos.
Por dónde comenzamos
La creatividad comienza en el momento en que buscas darle una solución a un problema o tener una actividad en la que inventas o innovas algo que antes no estaba. Puede ser algo tan sencillo como reacomodar tu cajones o ropa del armario, o hacer limpieza de papeles. El caso es hacer modificaciones positivas y constructivas a tus pertenencias y espacios en donde habitas.
Y claro, si tienes gustos artísticos y alguna habilidad, puedes dibujar, escribir, tocar un instrumento musical o trabajar con arcilla o madera.
También hacer jardinería, pintar o reparar algún desperfecto, entra dentro de las actividades creativas, porque estás realizando una modificación positiva a algo de ti mismo o de tu entorno.
Qué es la psicastenia
El enemigo principal a vencer es la famosa psicastenia, que significa el cansancio mental de estar dando vueltas a algo que te preocupa y lo repites un y otra vez. Es el ratón loco que da vueltas en la cabeza, obsesivamente, sin resolver ni superar la situación.
Ahora ya sabes que con el simple hecho de ponerte a hacer algo creativo, estás ejercitando un remedio para tu salud mental. Ciertamente se requiere vencer la pereza, el desánimo y sobreponerte a ellos, para que no pierdas el control del tiempo y de tus acciones, y acabes haciendo algo más positivo y así dominar los impulsos negativos que te puedan seguir llevando a la ruina mental.
Al menos, intenta ponerte en un modo más creativo y haz los cambios necesarios, para ya dejar de repetir la misma historia de siempre y quedarte en las mismas.
Algunas recomendaciones para ser más creativos
Comencemos por distinguir la diferencia entre ser creativo o innovador.
Puedes tener una excelente idea, algo nuevo que se te ha ocurrido y lo tienes por ahora en la imaginación. Pero es muy importante llevar esas ideas al terreno de las acciones, a ponerlas en lo concreto. Cuando logras realizarlas, estamos ya en el terreno de la innovación.
De lo contrario se quedan en el mundo imaginario de la creatividad.
La creatividad es complementaria de la acción y es muy necesaria: una acción sin creatividad se convierte en rutina y repetición monótona.
Meditar, reflexionar, pensar y estar tranquilo es fundamental para estimular tu creatividad. Por ello se aconseja estar en lugares estimulantes y bellos. De este modo, el espacio en sí ayudará a la imaginación.
Veamos algunas recomendaciones.
1Intenta hacer las cosas de diferente manera.
Todos tenemos hábitos y rutinas que repetimos una y otra vez de la misma forma. Pues ahora intenta hacerlas de diferente manera.
Cambia algo; por ejemplo, lo que haces con la mano izquierda, ahora inténtalo hacer con la derecha, rompe de alguna manera con la monótona repetición.
Cambia de lugar donde te sientas, camina por otras rutas, modifica en algo tu manera de vestir, haz alguna modificación en tu peinado.
Entra a la librería por la que pasas seguido y nunca te das la oportunidad de visitarla.
Ve al parque botánico, al museo más cercano o visita un pariente olvidado.
2Búscate un hobby.
Sí, una actividad que te gusta y que puede ser muy agradable, aunque no sea ni productiva ni te genere algún beneficio, pero que te mantiene entretenido y hasta te puede llegar a divertir.
Coleccionar algo, realizar una artesanía, ordenar las fotos familiares, arreglar tu jardín, poner almárcigos (semillas), armar rompecabezas o llenar crucigramas...
Hay tantas cosas que se pueden hacer en la cocina, que pueden llegar a ser muy buenas ideas creativas y que te las acabas por comer.
3Emplea un cuaderno de notas.
Ten un cuaderno de notas y trata de escribir las buenas ideas, para evitar así que se te lleguen a olvidar.
Podrás revisar tus mejores ocurrencias durante la semana, y ver la posibilidad de concretar y de realizar alguna de ellas. Se trata de recordarte a ti mismo (o a ti misma) que sí puedes concretar las cosas que imaginas.
4Aprovechar los momentos muertos del día.
Casi todos tenemos momentos en los que no parece haber nada que hacer. Y son esos los que podemos utilizar para dedicárselo a nuestros hobbies o a realizar una tarea en pro de concretar ideas. Así, además ejercitas la voluntad para hacer las cosas que te has propuesto.
Ahora sí que no hay pretexto para que además de ser una persona creativa, también seas innovadora.