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Sergio Vega y Paula Durán eran dos jóvenes esposos colombianos que decidieron emigrar a Estados Unidos buscando nuevas oportunidades. Se lanzaron a la aventura con sus hijas de 9 y 4 años, y algunos familiares y amigos.
Después de cruzar a pie la frontera llegaron hasta Concord, al norte de California, donde se establecieron. A las pocas semanas se enteraron de que el tercer hijo venía en camino y lo esperaron con mucha ilusión.
De acuerdo con un artículo en la revista Semana, Sergio Vega debió salir de su país "luego de comenzar a recibir amenazas por parte de grupos delincuenciales de la región, mismos que no estaban de acuerdo con los aportes a los jóvenes y niños que este hombre, junto con otros socios, estaban logrando a través de una organización y el deporte". Vale la pena aclarar que él fue jugador de la Selección Colombia de Fútbol Sala.
Un tumor y una cesárea de urgencia
A las 34 semanas de gestación, durante un control prenatal y tras varios malestares, los médicos descubrieron que Paula tenía un tumor de cuatro centímetros en el cerebro y decidieron realizar una cesárea de urgencia. A pesar del alto riesgo que suponía el tumor, la preclampsia y la inflamación del páncreas que la aquejaban, el 28 de noviembre del año pasado nació Juan José, el "campeón de la vida", como lo llama su papá.
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"Tenía a mi esposa luchando con un cáncer y a mi hijo luchando por su vida… él duró tres semanas en una incubadora… mi Diosito me ha llenado de fortaleza", dijo Sergio en entrevista con la emisora BluRadio, al tiempo que agradecía la gran solidaridad manifestada por los colombianos y personas de diferentes nacionalidades que se unieron a esta gran campaña, entre ellas la actriz Lorena Meritano, quien los ha acompañado con mensajes de esperanza: "Seguimos en oración por el milagro de amor".
"El partido más importante de mi vida"
"Me estoy jugando el partido más importante de toda mi vida, tengo una nómina de lujo, el DT es Dios, y la nómina son los médicos especialistas y las oraciones de todos ustedes", escribió en esos momentos en su cuenta de Instagram.
Dos días después, a Paula la operaron para extraer la masa del cerebro.
Su esposo estaba optimista sobre su recuperación. Sin embargo, a los pocos días la situación se complicó y las noticias no fueron nada alentadoras: la enfermedad también había llegado a su estómago y a principios de enero le dieron un mes de vida.
El milagro de la visa humanitaria
La salud de la joven de 27 años se empezó a deteriorar –especialmente por la pérdida de visión y un dolor de cabeza incontrolable–. A través de redes sociales se clamaban varios milagros: la vida de Juan José, una visa humanitaria para que los papás de Paula pudieran viajar a Estados Unidos y la salud de ella.
La propia Paula envió un mensaje en video al presidente de Joe Biden, respaldada por el gobierno colombiano.
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Ya con el bebé recuperado, llegó la visa de turismo con fines humanitarios para Éder Durán y Gloria Camargo, quienes por primera vez iban a salir de Colombia.
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Después de varias semanas en las que les negaron una visa y vivieron una gran angustia, el pasado 19 de enero viajaron hacia California y se reencontraron con la hija que el año pasado había dejado su país cargada de sueños e ilusiones.
El periodista Juan Diego Alvira, de la revista Semana, los acompañó y registró en video el viaje de más de 20 horas. En el aeropuerto, Gloria le contaba cómo el dolor le ganaba pero conocía el amor de Dios y la fe seguía intacta.
"Le pedí a Dios que cambiara mi vida por la de mi hija"
El encuentro con Paula, quien desde hacía algunas semanas había sido trasladada a su residencia, fue muy emotivo y duro para los padres. Gloria cuenta que la joven levantó la mirada y preguntó si había llegado su mamá. "Aquí estoy, no me voy a mover", le respondió y ella le apretó fuerte las manos.
Entre lágrimas comentó:
"Sigo creyendo que Dios es maravilloso y perfecto, que hizo posible que yo estuviera hoy acá. Él nos ayudó y nos seguirá ayudando".
En medio del sufrimiento y la esperanza, Gloria le pidió a Dios "que cambiara mi vida por la de ella". Así lo contó a Noticias RCN:
"Que yo le daba mis ojos, mi cerebro, mi estómago, todo. En un momento me derrumbé porque esto no es fácil, una mamá ama a sus hijos y me he derrumbado muchas veces, pero Dios me tiene de pie y aquí estoy aquí para ella".
Entre tanto, la historia conmovió a miles de personas, como el cantante Fonseca, quien aceptó la invitación para darles una serenata en vivo el 21 de enero, cuando la pareja celebraba los 40 meses de matrimonio.
La solidaridad y las oraciones sostenían a la familia y a la misma Paula, mientras continuaban clamando un milagro.
"Sé que di el 101%"
Paula murió el pasado martes. Pese al dolor por su fallecimiento, siendo esposa y madre joven, se ha hecho notar la unión en oración de tantísimas personas en Colombia, Estados Unidos y muchos otros países. El ejemplo de la petición de este "milagro de amor" quedará grabado en la memoria de quienes han visto luchar y rezar a esta familia.
Sergio Vega explicó que él había estado en el momento de fallecer su esposa y "murió en mis brazos". Pese al dolor, él manifestó: "Me siento tranquilo porque sé que di el 101%". Un amor de esposo que cumple la promesa de amor en la salud y en la enfermedad, y para siempre.